La agrupación afirmó que se reservaba la opción de acelerar, pausar o revertir las subidas en futuras reuniones; programó el próximo encuentro para el 5 de octubre.
El alza también se debe a las repetidas amenazas del presidente estadunidense, Donald Trump, de endurecer las sanciones contra Rusia por no poner fin a más de tres años de guerra en Ucrania.
La mezcla mexicana de exportación sumó 18 centavos (comparado con el miércoles, no cotizó por feriado en Estados Unidos), al cerrar en 70.41 dólares el barril.
El Brent del Mar del Norte ganó 25 centavos (0.33 por ciento) a 76.70 dólares el barril. El contrato del estadunidense West Texas Intermediate (WTI) escaló 30 centavos (0.40 por ciento) a 75.14 dólares el barril.
Los precios se dispararon más de 4%; el continuo intercambio de ataques aéreos entre Israel e Irán reavivó el riesgo geopolítico en los mercados petroleros.
Alrededor de las 02:50 horas GTM del viernes, el hidrocarburo estadounidense West Texas Intermediate WTI llegó a subir hasta 13.54 por ciento (9.21 dólares) a 77.25 dólares el barril.
La desaceleración de China ha sido el principal lastre de la demanda, además del cambio hacia energías limpias y la preferencia por vehículos eléctricos.
La publicación de estas cifras se produce en medio de un estira y afloja con el gobierno español, que busca afianzar un impuesto excepcional sobre los grupos bancarios y energéticos.
La EIA mejoró ligeramente su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024, y la OPEP mantuvo un pronóstico de crecimiento relativamente fuerte de 2.2 millones de bpd.
La mezcla mexicana se negoció ayer en 77.84 dólares por barril, 32 centavos más que el jueves, aunque una disminución de 9.8 dólares respecto a una semana antes, reportó Pemex.