"De las viviendas inundadas y de las parcelas familiares fueron evacuadas 13.251 personas, entre ellas 3.567 niños y 192 personas discapacitadas", señala el comunicado.
La ciudad de Grindavik, en el suroeste de Islandia, que cuenta con unos 4 mil habitantes, fue evacuada debido a los temores de una posible erupción volcánica.
El Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), demandaron al gobierno de la CDMX cese cualquier pretensión de desalojo.
Un portavoz policial citado por la televisión francesa BFMTV ha confirmado que la evacuación se debe a una amenaza de bomba contra estas instalaciones.
A las cinco y media de la mañana, las familias fueron sorprendidas por alrededor de 300 elementos de la policía capitalina que rodearon la manzana y un grupo de hombres vestidos de civil que los obligaron a dejar el inmueble.
Fuera del inmueble, un joven fue golpeado y otro fue detenido, luego de que un grupo de jóvenes rijosos lanzó cohetones que cayeron dentro del plantel.
Llevaban más de 50 años vendiendo en las calles de Esperanza y Tepanecos. Policías señalaron que se trata de acciones para la recuperación de vialidades.
Los ocupantes del terreno, que no pudieron acreditar la propiedad del suelo, prendieron fuego a chozas deshabitadas para dificultar la ejecución de la orden.
La Secretaría de Seguridad estatal informó que se alertó a través del 911 que fue dejada una carta en un bote de basura en el interior del edificio que revelaba que habían sido dejados varios explosivos.
El operativo ocurrió horas antes de que los activistas abandonaron la zona por su propio pie, pues habían anunciado su retiro tras la toma de funciones del nuevo presidente.
Los inmuebles habrían sido ocupados ilícitamente cuando los legítimos propietarios salían a realizar sus actividades y en otras situaciones con violencia.