Los indocumentados partieron a las 4 de la mañana de Huixtla, donde pernoctaron, con la intención de llegar a Escuintla, situado a unos 30 kilómetros de distancia.
El contingente se concentró en el parque de Suchiate –en el lado mexicano– y se enfiló por la carretera internacional hacia Tapachula, donde pretenden hacer su primera escala.
El gobierno estatal los apoyó con camiones y camionetas para trasladarlos al municipio de Teotitlán de Flores Magón, colindante con el estado de Puebla.
Los extranjeros fueron detenidos en el desierto de Samalayuca, donde armados con piedras y palos se negaron a bajar del tren hasta que finalmente las autoridades los dejaron continuar.
Antes de las 5 horas de este jueves 400 migrantes centroamericanos tomaron la carretera federal 150. Se espera que mañana lleguen a Acultzingo y de ahí continuar hasta Puebla.
El grupo, en su mayoría jóvenes de varias nacionalidades, salió de una terminal de autobuses de San Pedro Sula rumbo a Corinto, limítrofe con Guatemala.
Una llamada anónima alertó a las autoridades de la unidad que viaja sobre la autopista Veracruz-Puebla a la altura de Córdoba con un grupo de extranjeros.
Cumplieron ayer su tercer día en territorio oaxaqueño. Activista dijo que ha habido apoyo de organizaciones civiles y habitantes de San Pedro Tapanatepec.
La mañana de este martes, el contingente subió al tren de carga, que viaja con dirección a la Ciudad de México, como parte de su travesía a la frontera norte del país.
En su segundo día de caminata, en plena Navidad, el contingente de unas 7 mil personas caminó unas 7 horas bajo un intenso calor superior a los 30° centígrados.