Tapachula, Chis. Un grupo de unos 300 migrantes de la Caravana “Por La Libertad” salió este sábado de Chiapas para internarse a Oaxaca en su propósito de llegar al centro del país, informaron fuentes de seguridad.
Los extranjeros cumplieron 18 días de caminatas extenuantes -desde que partieron de Tapachula el 1 de octubre- bajo las altas temperaturas superiores a 30 grados característicos de la región y por momentos bajo las intensas lluvias de la temporada.
El grupo que seguía por la ruta del Pacífico llegó el jueves al municipio de Arriaga luego de rechazar la oferta del Instituto Nacional de Migración (INM), de ser trasladados a Veracruz, propuesta a la que sí accedió otro grupo también de unas 300 personas.
Mientras muchos más que en días previos aceptaron el ofrecimiento del INM y fueron llevados a Tapachula, recibieron una visa por razones humanitarias y lograron llegar a Ciudad de México.
“Nos entregamos en Pijijiapan, nos regresaron a Tapachula y nos dieron la visa, tomamos un autobús, el más económico y llegamos a Ciudad de México, el viaje tardó 20 horas”, contó vía telefónica el hondureño Edgardo Medina.
El hombre que viaja con su esposa y una bebé de un año comentó que decidieron aceptar la sugerencia de las autoridades porque la pequeña enfermó y en una clínica de Pijijiapan le diagnosticaron anemia.
Ahora que ya están en la CDMX buscarán conseguirle un tratamiento, lograr algún trabajo y establecerse para tener una mejor calidad de vida. La pareja huyó de Centroamérica por amenazas de las pandillas.
La caravana migrante, la décimo sexta en un año, salió de la frontera sur con el argumento de falta de condiciones de estancia -sin trabajo y salarios muy bajos- para esperar largos meses la respuesta a sus trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
A diferencia de éxodos previos, ahora no pretenden el sueño americano por el endurecimiento de las medidas del gobierno de Estados Unidos que ha incluido el reforzamiento de la frontera con México así como redadas y deportaciones masivas.