Acapulco, Gro. Entre la incredulidad y la incertidumbre, la ciudad de Acapulco se prepara en una calma engañosa, a 32 grados centígrados y con 71 por ciento de humedad, con un cielo soleado, ligeramente nublado, para recibir el impacto del huracán Erick, después de registrar el impacto de una tormenta local entre las 2 y 5 de la mañana del miércoles.
Decenas de embarcaciones menores y lanchas de fondo de cristal fueron remolcadas a la orilla de la playa Manzanillo, en la zona Tradicional, desde la mañana del martes.
Trabajadores colocan tapias de madera y lonas especiales en comercios de la avenida Costera para resistir las tormentas y prevenir intentos de rapiña.
Hasta el puerto de Acapulco continúan llegando trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad procedentes de diferentes regiones del país, que se han instalado en diversas colonias de Acapulco para distribuirse a otros puntos de la entidad y la costa tras el paso del huracán.
En algunas sucursales bancarias se observaron filas largas de personas en el centro de la ciudad.
Las clases se mantienen suspendidas este miércoles, medida que de momento, se mantiene para el jueves 19 de junio.
El gobierno estatal informó al mediodía que fue decretado el color naranja del semáforo de alerta preventiva, lo cual significa peligro alto, ante la cercanía del huracán Erick, el cual evolucionará a categoría tres la madrugada del jueves.
La gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, y Protección Civil federal encabezan un centro de mando en Acapulco para dar atención a la población ante la proximidad del huracán Erick.