Los republicanos tienen una mayoría de 53 escaños de 100 en esa cámara, pero necesitaban 7 votos afirmativos más y solo tres demócratas votaron a favor.
Pese a las frenéticas negociaciones en el Congreso, no hubo acuerdo entre demócratas y republicanos para financiar al gobierno más allá del martes, día que marca el fin del año fiscal.
El cierre del gobierno federal supondría la suspensión de los servicios básicos no esenciales e impediría el pago de salarios a unos dos millones de trabajadores.
El resultado pone fin, por ahora, a la amenaza de un cierre, tras las discusiones previas en la Cámara de Representantes, que llevaron al gobierno al borde de un perturbador cierre por falta de fondos.