Washington. El cierre de gobierno en Estados Unidos entró ayer en su trigésimo quinto día e igualó el récord establecido durante el primer mandato del presidente Donald Trump, mientras tanto republicanos y demócratas en el Congreso siguen culpándose mutuamente por el estancamiento.
Hoy, el llamado shutdown entra en su día 36, con lo que supera la marca de 2019.
“Seré honesto con ustedes, no creo que ninguno de nosotros esperara que esto se prolongara tanto”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.
En tanto, el presidente Trump afirmó que los beneficios de asistencia alimentaria para los pobres se entregarán sólo cuando termine el cierre, a pesar de una orden judicial que exige a su administración hacer los pagos antes del miércoles.
Los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) “se darán sólo cuando los demócratas de izquierda radical abran el gobierno, lo que pueden hacer fácilmente, ¡y no antes!”, escribió Trump en su red Truth Social.
En este mismo sentido, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que “los beneficiarios de la ayuda deben entender que se necesitará más tiempo para recibir este dinero, porque los demócratas han puesto al gobierno en una posición insostenible”.
Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que si el cierre se prolonga una semana más podría provocar un “enorme caos”, que obligaría a cerrar parte del espacio aéreo al tráfico.
“Verán cancelaciones masivas, y puede que tengamos que cerrar ciertas partes del espacio aéreo, porque simplemente no podemos gestionarlo ya que no tenemos controladores de tráfico aéreo”, añadió.
En las últimas seis semanas, la parálisis presupuestaria ha dejado a unos 1.4 millones de empleados del sector público sin cobrar su sueldo. Los que cumplen tareas “esenciales”, como los controladores aéreos o las fuerzas de seguridad, han debido seguir trabajando sin cobrar.
El gobierno ha estado parcialmente paralizado desde que el Congreso no logró aprobar un proyecto de ley para mantener financiados los departamentos y agencias federales después del 1º de octubre, cuando comenzó el nuevo año fiscal.
Los republicanos, que disponen de mayorías muy estrechas en ambas cámaras, querían el 30 de septiembre que cinco senadores demócratas secundaran su resolución legislativa para mantener los fondos hasta finales de noviembre, y discutir mientras los temas de fondo presupuestarios.
Pero el Partido Demócrata, que ve con alarma cómo Trump utiliza todo el poder a su alcance para imponer su agenda, muestra un frente unido.