Cuernavaca, Mor. Medio centenar de tablajeros de Cuernavaca protestaron está mañana colocando cabezas de cerdo y res en la entrada de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (Coprisem).
Según los inconformes, esta última instancia que depende la secretaría de Salud estatal pretende cerrar las instalaciones del rastro municipal y dejarlos sin lugar en donde sacrificar animales para surtir de carne a los habitantes de la capital del estado y municipios aledaños a Morelos.
El cierre del rastro, ubicado en las inmediaciones de la Alameda de la ciudad, provocaría, según Rafael Cepeda Aguilar, que cientos de proveedores de ganado, matanceros y trabajadores en general, en total unos 500, se quedan sin trabajo durante los siguientes días.
Cepeda se quejó de que el rastro municipal ha estado abandonado por muchos años, pero hace unos días fueron trabajadores de esta dependencia a tratar de detectar clembuterol; aseguró que ese día no había ni reses muertas para que buscaran sus muestras y aún así los verificadores les dijeron que el rastro sería clausurado.