Ciudad de México. Con la exigencia de eliminar el delito de aborto de las leyes penales, diversos colectivos afirmaron que “no hay justicia posible mientras se siga criminalizando una decisión profundamente personal, íntima y legítima”, por ello, desde el espacio público enfatizaron que “nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestras decisiones no le pertenecen al Estado”.
En el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, conmemorado este 28 de septiembre (28 S), Ipas Latinoamérica y el Caribe (Ipas LAC), Cerrucha, Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) - REDefine, Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Católicas por el Derecho a Decidir México, entre otros, reconocieron que hace 18 años, la Ciudad de México marcó un parteaguas al despenalizar el aborto a voluntad hasta las 12 semanas, “pero hoy sabemos que eso no basta”.
En un pronunciamiento conjunto, denunciaron que mientras el aborto siga en los códigos penales, habrá mujeres y otras personas con posibilidad de gestar obligadas a continuar con embarazos forzados. Seguirán enfrentando obstáculos por haber llegado tarde al servicio, por no haber tenido acceso a información o recursos, por no vivir en un lugar con acceso a servicios de salud que estén abastecidos.
Afirmaron que el aborto es un servicio de salud esencial, que debe estar disponible sin barreras, sin castigo, sin estigmas. Las leyes restrictivas no previenen abortos, obligan a la búsqueda de opciones para la interrupción del embarazo por fuera del contexto sanitario o a continuar con embarazos no deseados.
Diversas formas de protesta
En el Monumento a la Revolución, la organización Ipas LAC, en colaboración con la artista y activista Cerrucha, realizó la intervención pública “Mi cuerpo, mi vida, mi decisión”, para exigir la eliminación del aborto de las leyes penales. La intervención consistió en la proyección de videorretratos testimoniales en pantallas móviles, que recorrieron vías y sitios estratégicos de la Ciudad de México.
Se visibilizaron historias de quienes han acompañado, practicado o vivido un aborto en contextos marcados por el estigma, el abandono institucional y la criminalización, que “son llamados urgentes a transformar las condiciones bajo las cuales se niega el derecho a decidir en el país”.
Desde profesionales de la salud, personas acompañantes, mujeres y personas gestantes muestran realidades que ponen en evidencia los costos humanos de un sistema que aún criminaliza el aborto.
Cerca de las 11 de la mañana, otros contingentes se conglomeraron en el monumento a Cuauhtémoc, sobre Paseo de la Reforma con un sonidero, porque “la música también es resistencia”. Las docenas de personas bailaron, escucharon y lanzaron como consigna principal “aborto legal, seguro y accesible”. También se escucharon “saquen sus rosarios de nuestros ovarios", "saquen sus doctrinas de nuestras vaginas", “aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, la ley antiaborto se tiene que morir".
A la vez, en la Glorieta de las Mujeres que Luchan la batucada encendió los ánimos previo a la marcha, en donde poco menos de 200 personas, que portaron los característicos pañuelos verdes y morados en sus cuellos, muñecas o como pañoletas para el cabello, que terminó frente al Hemiciclo a Juárez para visibilizar con mayor fuerza el alto al genocidio contra el pueblo palestino, más presupuesto destinado a la salud sexual y no para militarización. Previo al arranque, las manifestantes compartieron testimonios y pintaron tatuajes alusivos a la defensa del aborto seguro en sus antebrazos y rostros.
En la Plaza Palestina Libre, el colectivo Pan y Rosas hizo un pañuelazo y una dinámica de micrófono abierto para que aquellos que quisieran dar un testimonio o demandar alguna exigencia pudieran hacerlo. Instalaron un lazo con pañoletas verdes y moradas, las cuales se usaron de lienzo para escribir consignas como “ni una menos”, “aborto legal y seguro”, “abortar es mi derecho”.
A este grupo se unieron los casi 200 manifestantes de la marcha. Juntaron batucadas, clamores y realizaron pintas sobre Avenida Juárez. También instalaron pliegos de papel con frases y testimonios que fueron leídos más tarde.