Budapest. Miles de húngaros se congregaron en las calles de Budapest este jueves en una demostración de fuerza en apoyo al primer ministro Viktor Orbán, quien, a seis meses de las elecciones parlamentarias, enfrentará la votación más competitiva en sus 15 años en el poder.
La reunión, calificada por los organizadores como una “marcha por la paz”, tuvo lugar en el día feriado nacional de Hungría del 23 de octubre, cuando se conmemora un fallido levantamiento antisoviético en 1956 que fue aplastado por el Ejército Rojo. Los manifestantes corearon consignas de apoyo a Orbán y su mensaje de que Hungría corre el riesgo de involucrarse directamente en la guerra de Rusia en Ucrania.
Al frente de la marcha, un gran cartel decía: “No queremos morir por Ucrania”. Los asistentes, ondeando banderas con los nombres de las ciudades y pueblos de toda Hungría de donde provenían, partieron del Puente Margarita, que cruza el Danubio, con el imponente parlamento neogótico de Hungría como telón de fondo.
Una manifestante, Babett Lugosi, declaró que creía que “la conciencia nacional y el cristianismo” estaban en peligro, y que Orbán era el único político en Hungría capaz de defender los intereses del país contra amenazas externas.
“Es muy importante que Europa y Hungría preserven su estabilidad, y estoy convencida de que estamos amenazados desde muchas direcciones, por lo que tenemos que demostrar que somos un país soberano”, expresó.