Ciudad de México. Con un inflación que roza 4 por ciento, es un hecho que no se está cumpliendo con la meta de inflación puntual que es de 3 por ciento, resaltó Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (BdeM), quien mostró preocupación ante los altos niveles de carestía que muestran las mercancías alimentarias.
Al presentarse en un podcast de Banorte, el subgobernador, resaltó que ante este panorama la junta de gobierno del banco central debería ser mucho más cautelosa y esperar a ver si realmente la inflación pudiera tomar una tendencia a la baja, lo cual, dijo, se ve sumamente difícil.
“La política monetaria opera con rezagos, algunos rezagos son largos y son variables y que quizás la parte de los rezagos de una política monetaria anteriormente restrictiva ayude a bajar la inflación en la primera mitad del año entrante; sin embargo, no creo que sea el caso, y yo simplemente no creo que vamos a ver la inflación convergiendo a 3 por ciento a mediados del año entrante”, advirtió.
Enfatizó en que la meta de inflación puntual que tiene el BdeM es de 3 por ciento; sin embargo, al ser prácticamente imposible mantenerla en ese punto, se establece un rango de variabilidad de un punto porcentual tanto hacia arriba como hacia abajo, pero la idea central es que promedie 3 por ciento, lo que no está sucediendo actualmente.
“Pero el hecho de que la inflación esté abajito de 4 por ciento es irrelevante. No estamos cumpliendo la meta de inflación”, destacó el subgobernador del banco central.
El pasado 25 de septiembre, por mayoría de votos la junta de gobierno del banco central decidió recortar en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés de referencia para ubicarla en 7.25 por ciento, al señalar que la inflación ha mostrado un “comportamiento estable”. El BdeM liga 10 recortes consecutivos.
En la última decisión, Jonathan Heath votó por mantener la tasa de interés sin cambio porque la inflación subyacente sigue siendo persiste, además de que los riesgos siguen sesgados al alza y hay riesgos adicionales que han surgido, como posibles nuevos impuestos a bebidas endulzadas y los aranceles de Donald Trump.