Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el domingo que su nuevo plan militar para Gaza "es la mejor forma de terminar la guerra" contra Hamás, a pesar de los llamamientos para poner fin a los combates en el devastado territorio.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU inició una reunión urgente sobre el conflicto, durante la cual un alto cargo de esta organización advirtió que el plan israelí "probablemente desencadenará otra calamidad".
Después de 22 meses de guerra, Netanyahu enfrenta una fuerte presión en Israel por el destino de los 49 rehenes todavía en manos del movimiento islamista palestino Hamas.
También recibe presiones del extranjero para que termine con la guerra en la devastada Franja de Gaza, donde más de dos millones de palestinos están amenazados de una "hambruna generalizada" según la ONU.
"Hemos completado gran parte del trabajo. Tenemos entre el 70 por ciento y el 75 por ciento de Gaza bajo control militar israelí", declaró el dirigente durante una rueda de prensa en Jerusalén.
"Pero nos quedan todavía dos bastiones: son Ciudad de Gaza y los campos" del centro de la franja de Gaza, agregó.
"Plazos bastante cortos"
Este plan "no tiene como objetivo ocupar Gaza, sino desmilitarizar Gaza", repitió Netanyahu. "Esta es la mejor forma de terminar la guerra y la mejor forma de terminarla rápido".
"En primer lugar, desarmar a Hamas. En segundo lugar, liberar a todos los rehenes. En tercer lugar, desmilitarizar Gaza. En cuarto lugar, Israel ejercerá un control de seguridad preponderante. En quinto lugar, una administración civil pacífica no israelí", resumió.
Netanyahu afirmó que permitirán a la población civil "abandonar con toda seguridad las zonas de combate para ir a zonas seguras designadas" y que se le entregará víveres "en abundancia".
También prometió "corredores protegidos" para la distribución de ayuda y "aumentar el número de puntos de distribución de ayuda de la GHF", la fundación privada apoyada por Estados Unidos e Israel.
"Hablamos en términos de plazos bastante cortos porque queremos poner fin a la guerra. (...) Vamos a ganar la guerra con o sin el apoyo de otros", aseguró, tras las críticas a su plan por parte de la comunidad internacional.
España y otros siete países europeos condenaron en un comunicado conjunto el plan israelí, asegurando que podría ocasionar "una cifra inaceptablemente elevada de víctimas mortales" y "comprometer aún más la vida de los rehenes".
El anuncio del plan suscitó el horror de las familias de los cautivos secuestrados durante el sangriento ataque de Hamas en Israel el 7 de octubre de 2023, quienes lo ven como una condena a muerte de sus seres queridos.
Hamas advirtió que la nueva ofensiva terminaría con su "sacrificio".
El sábado por la noche, decenas de miles de personas volvieron a salir a las calles de Tel Aviv, exigiendo un acuerdo que garantice el regreso de todos los rehenes -incluidos los cuerpos de los 27 declarados muertos por el ejército israelí- a cambio del fin de las hostilidades.
"Quiero toda la franja de Gaza"
Al mismo tiempo, la ultraderecha, que integra la coalición gubernamental, expresó su desacuerdo.
"El primer ministro y el gabinete se han rendido a los débiles", criticó el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
"Quiero toda la franja de Gaza, la transferencia (de su población, NDLR) y la colonización", añadió el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, otra figura de la ultraderecha.
El líder de la oposición, Yair Lapid, también estimó que el plan de Netanyahu es una "catástrofe".
"Van a movilizar a última hora a 430 mil reservistas (...) Están desmantelando el país desde dentro", insistió el domingo en los medios.
"El gabinete decidió el destino de los rehenes: los vivos serán asesinados y los muertos desaparecerán para siempre", acusó por su parte Einav Zangauker, madre de uno de ellos y figura de la movilización de las familias.
Algunos padres de rehenes llamaron a una huelga general el próximo domingo.
En la radio del ejército, el especialista en asuntos militares Doron Kadosh estimó que "el plan podría no comenzar hasta octubre".
Hasta entonces, "la pelota está en el lado de los mediadores", cuya última tentativa de resolución fracasó en julio, subraya el diario Ma'ariv.
En en terreno, la Defensa Civil de Gaza afirmó que el ejército israelí mató a 27 personas este domingo, entre ellas 11 por disparos cuando esperaban la distribución de comida.
El ataque del 7 de octubre, que desencadenó la guerra en Gaza, causó la muerte de mil 219 personas en el lado israelí, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP realizado a partir de datos oficiales.
La operación israelí en Gaza ya ha causado 61 mil 430 muertos, en su mayoría civiles, según los datos del Ministerio de Salud del territorio -gobernado por Hamas-, considerados fiables por la ONU.
Plan israelí puede desencadenar otra calamidad, secretario adjunto de la ONU
Un alto funcionario de la ONU advirtió el domingo que el plan de Israel para tomar el control de la ciudad de Gaza "probablemente desencadenará otra calamidad" con consecuencias más allá del territorio asediado.
"Si estos planes se implementan, probablemente desencadenarán otra calamidad en Gaza, con derivas en toda la región y más desplazamientos forzados, asesinatos y destrucción", dijo Miroslav Jenca, secretario general adjunto de la ONU, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebra este domingo una reunión de urgencia para abordar el plan de Israel.
El embajador de Eslovenia ante la ONU, Samuel Zbogar, hablando en nombre de los cinco miembros europeos del Consejo de Seguridad antes de la reunión, dijo que "esta decisión del gobierno israelí no hará nada para asegurar el regreso de los rehenes (en poder de la organización palestina Hamas, ndlr) y corre el riesgo de poner aún más en peligro sus vidas."
"También agravará la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza y corre el riesgo de causar más muertes y desplazamientos masivos de civiles palestinos", añadió.
El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, dijo el viernes que "esta escalada por parte del gobierno israelí está en total contradicción con la voluntad de la comunidad internacional".
Antes del encuentro, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, advirtió que su país "no cesará en la lucha por la liberación de todos los rehenes".
En el exterior de la sede de la ONU en Nueva York este domingo, algunos manifestantes reclamaban el final de la guerra, rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad policial.