Moscú. Rusia, China y 22 naciones árabes rechazaron ayer la anunciada escalada bélica impulsada por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la franja de Gaza.
La aplicación de tales decisiones y planes, que provocan condena y rechazo, corre el riesgo de empeorar la ya dramática situación en el enclave palestino, que presenta todos los signos de una catástrofe humanitaria, indicó la Cancillería rusa.
El comité ministerial de la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) condenaron enérgicamente y rechazaron rotundamente la declaración de Israel sobre su intención de establecer un control militar total sobre la franja de Gaza y la consideró una escalada peligrosa e inaceptable, así como una violación al derecho internacional.
Lin Jian, vocero de la cancillería china, escribió en su cuenta de X que Pekín está profundamente preocupado por la decisión de Netanyahu e instó a Israel a detener esta peligrosa medida de inmediato. Gaza pertenece al pueblo palestino y es parte integral de su territorio, añadió.
El canciller belga, Maxime Prévot, expuso en redes sociales que convocó a la embajadora israelí en Bruselas, Idit Rosenzweig-Abu, para poner de relieve la total de-saprobación a esta decisión, así como de las continuas actividades de asentamiento en Cisjordania reocupada.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aplazó para hoy la reunión de urgencia prevista para tratar la situación de este conflicto, mientras que cientos de personas se movilizaron en diferentes países. Romper el asedio a Gaza, fue la consigna de los manifestantes frente a la embajada israelí en Washington. En Japón miles ondearon pancartas y banderas de Palestina. En España, Inglarerra, Países Bajos y Chile también salieron a las calles para mostrar su apoyo a Gaza.
En Londres, la policía arrestó a 466 activistas que protestaban con pancartas como Me opongo al genocidio en Gaza y contra la declaración como ilegal de la organización Palestine Action, prohibida, luego de que dos de sus integrantes irrumpieron en una base de la fuerza aérea en el sur de Inglaterra, el 20 de junio, y dañaron dos aviones, para protestar contra el apoyo militar del país a la guerra de Israel contra Hamas.