Ciudad de México. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “traicionó a México por permitir la aprobación de la Reforma judicial, acusaron jueces y magistrados, así como colectivos que promovieron recursos contra dicha enmienda.
Afirmaron que los ministros de la Corte tuvieron la oportunidad de defender la Constitución y no lo hicieron. “Prefirieron atestiguar pasivamente la demolición del orden jurídico. Pudieron haber hecho historia, pero se resignaron a administrar la decadencia”.
Asimismo, reiteraron que la reforma judicial representa el mayor retroceso en materia de independencia judicial en la historia moderna de México y esto, aseguraron, “no habría sido posible sin cómplices dentro de la propia Corte”.
En un comunicado señalaron que los actuales ministros de la Corte incumplieron flagrantemente el deber de guardar y hacer guardar la Constitución cuando más se necesitaba su firmeza. “Cuando más se requería de su valor, eligieron callar. Optaron por la omisión. Renunciaron a su deber histórico...cuando debió alzar la voz, eligió deliberadamente el cómplice silencio”.
Añadieron que un ministro valiente, que debe ser reconocido, quedó aislado. “Tres ministras mostraron la ignominia del servicio al poder; otro cedió vergonzosamente a las presiones de éste y al parecer vendió su voto por un cargo en el servicio exterior mexicano; la mayoría se exhibió cobarde”.
Recordaron que la SCJN tuvo en sus manos la oportunidad de hacer valer el papel de la Corte como verdadero Tribunal Constitucional, pero no lo hicieron; “permitieron que el amparo 1214/2024, tramitado en Querétaro —uno de los juicios más importantes de la era constitucional— , siguiera un trámite ordinario, como si se tratara de un caso más.
“Ese juicio de amparo, promovido por ciudadanos y resuelto con valentía por un juez federal, declara inconstitucional la reforma judicial. Es una sentencia histórica y la Corte la despreció omitiendo su revisión”.
No obstante, indicaron que desde febrero de 2025, se solicitó al Pleno de la Corte que asumiera su competencia, dada la importancia del caso. No hubo respuesta. En su lugar, hasta el 4 de junio, la presidencia de la Corte turnó indebidamente la petición a la Primera Sala cuando su conocimiento correspondía al Pleno. Y el 11 de junio, en sesión privada, “esa Sala la rechazó por unanimidad, al parecer, escudándose en tecnicismos y formalismos que ellos mismos fabricaron. Esa decisión no fue un descuido: fue una claudicación deliberada”.
“A esto se suma el papel del Consejo de la Judicatura Federal que, además de violar las suspensiones de los amparos y en flagrante contravención al nuevo artículo 100 constitucional, ordenó concentrar los juicios de amparo en juzgados y tribunales situados en Jalisco, desplazando a numerosos jueces que ya habían resuelto con independencia. Fue una maniobra para dilatar, fragmentar y diluir la respuesta judicial”.