Mexicali, BC. En Baja California existen 40 mil estudiantes de educación básica en condiciones de movilidad, originarios de 80 países, a quienes se les garantiza el derecho a la educación.
El secretario de Educación, Luis Gallego, destacó la labor de la Escuela Primaria "Netzahualcóyotl", las más antigua en actividad docente pues se fundó en 1919 para atender a trabajadores que llegaron a la península de otras regiones de México y del mundo.
La primera escuela en ser construida es la Cuauhtémoc, en 1916, que en la actualidad es la Casa de la Cultura de Mexicali.
La escuela Netzahualcóyotl atiende a 144 alumnas y alumnos, en cuya matrícula hay migrantes: 12 haitianos, otro tanto de Chile y Guatemala, un deportado de Estados Unidos y 11 desplazados de sus comunidades de Jalisco, Nayarit, Sonora, Michoacán, San Luis Potosí, Guerrero y Veracruz.
Gallego Cortez dio a conocer que en un esfuerzo por fortalecer el acceso a una educación de excelencia y promover el bienestar integral de niñas, niños y adolescentes en situación de migración, se les entregó material didáctico y juguetes educativos, además de una cancha de fútbol rápido con pasto sintético.
La política de inclusión responde a la realidad que enfrentan muchas niñas, niños y adolescentes migrantes en México, quienes a pesar de tener el derecho constitucional a la educación pública y gratuita, se encuentran con diversas barreras que dificultan su acceso, incluidas las difíciles condiciones de su tránsito migratorio, la falta de información sobre las opciones educativas disponibles, el temor a la discriminación, el desconocimiento de los requisitos de inscripción y hasta la solicitud de cuotas indebidas.
El secretario de Educación recordó que el artículo 3° de la Constitución Política Mexicana y la Normativa de Acceso y Control Escolar de la Secretaría de Educación Pública es universal el derecho a la educación para todas las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en territorio mexicano, sin importar su condición migratoria.
Por ende, advirtió, su inscripción en las escuelas no puede ni debe condicionarse a la presentación de documentos de identidad o acreditación escolar.
Incluso, agregó, la retención de boletas o certificados de estudios por motivos migratorios es una práctica inaceptable por ilegal.
“Negar el acceso, la permanencia y la conclusión de la educación a niñas, niños y adolescentes migrantes no sólo vulnera sus derechos fundamentales, sino que también priva a las aulas de la riqueza que aporta la diversidad cultural y el intercambio de experiencias”, dijo al tiempo de señalar que la inclusión de estos jóvenes en las escuelas fomenta el respeto a las diferencias y facilita la integración comunitaria de sus familias.
Para estas niñas, niños y adolescentes en situación de migración, la escuela representa un espacio seguro y protector. La asistencia regular a clases les ayuda a restablecer rutinas, brindándoles una sensación de estabilidad y normalidad en medio de la incertidumbre del desplazamiento.
Este esfuerzo se logra también con la colaboración de la UNICEF, a través de la entrega de material didáctico, que aunado a los juguetes educativos proporcionarán a estos estudiantes las herramientas necesarias para apoyar su aprendizaje continuo y estimular su desarrollo cognitivo y socioemocional y la inauguración de la cancha deportiva, ofrecerá un espacio seguro para la actividad física, el juego y la interacción social, contribuyendo a su bienestar físico y emocional.
Esta iniciativa es un ejemplo concreto de cómo se pueden generar acciones positivas para garantizar el derecho a la educación de las infancias, sin importar su origen o condición, expresó.