Ante el rechazo de diversos sectores, entre ellos agricultores, pueblos originarios y organizaciones sociales, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reiteró que con las iniciativas para la expedición de la Ley General de Aguas y de reforma a la Ley de Aguas Nacionales, “el agua deja de verse como una mercancía” y se reconoce como un derecho humano.
Sobre las distintas versiones que circulan “con el objetivo de desinformar y generar miedo” entre los agricultores respecto de las herencias y la compraventa de tierras, la institución aclaró que “el binomio tierra-agua está garantizado” y mantienen “intactos sus derechos”.
En este sentido, puntualizó que la iniciativa enviada al Congreso garantiza que los títulos de concesión heredados o los casos de compraventa conservarán “el mismo volumen, para el mismo uso y con la vigencia del título original”.
Aseguró que ya no se podrán realizar prácticas como el acaparamiento, en donde “unos cuantos concentran muchas concesiones” y grandes cantidades de agua, mientras que comunidades y pequeños y medianos productores carecen del líquido suficiente.
Al mencionar que las propuestas son resultado de un diálogo “abierto público y transparente” con 13 foros organizados en las regiones hidrológicas que existen en el país, además de cientos de reuniones de trabajo, la Conagua aseguró que se busca terminar con el “mercado negro del agua”, para que esta no se venda en beneficio de particulares y a costa del derecho humano de la mayoría.
“Aquellos que obtienen agua de forma gratuita y la venden, ya no lo podrán hacer”, subrayó.
Asimismo, indicó que el propósito es contar con un sistema de concesiones ordenado, transparente y con plena certidumbre para los usuarios, y sin corrupción.