Río de Janeiro. El vicepresidente y ministro de Industria de Brasil, Geraldo Alckmin, afirmó este sábado que la reducción de aranceles anunciada por el presidente estadunidense, Donald Trump, avanza en la dirección correcta, pero sigue siendo insuficiente para corregir lo que calificó como una “distorsión” que perjudica la competitividad de los productos brasileños.
“La última orden ejecutiva del presidente Trump fue positiva y en la dirección correcta. Fue positiva. Vamos a continuar trabajando”, dijo Alckmin.
Estados Unidos redujo las tarifas de importación a cerca de 200 productos alimenticios, en momentos en que el gobierno está bajo presión para reducir el costo de vida. En ese contexto, Trump firmó el viernes un decreto para retirar el arancel mínimo de 10 por ciento impuesto en abril sobre importaciones agrícolas como carne de res, bananas, café y tomates. Sin embargo, para Brasil las tasas pasaron de 50 a 40 por ciento, mientras que países competidores (como Colombia y Vietnam en el caso del café) lograron reducciones mayores o incluso la eliminación total de los gravámenes.
Brasil es el mayor proveedor de café a EU
Brasil es el mayor proveedor de café a Estados Unidos y uno de los principales abastecedores de carne, productos que han registrado fuertes aumentos de precios en el mercado estadunidense.
El gravamen "para el café se redujo 10 por ciento, pero hay competidores que redujeron 20 por ciento. Ese es el empeño que tiene que ser hecho ahora para mejorar la competitividad”, afirmó Alckmin.
Consideró que el arancel de 40 por ciento sigue siendo demasiado elevado para productos clave. Recordó que algunos artículos, como el jugo de naranja, fueron completamente desgravados. “Era 10 por ciento y se eliminó. Eso son mil 200 millones de dólares. Entonces quedó sin ningún impuesto”, señaló.
El gobierno brasileño informó que la medida incrementó del 23 por ciento al 26 por ciento la proporción de exportaciones no sujetas a tarifas adicionales, lo que equivale a unos 10 mil millones de dólares. No obstante, el Ministerio de Agricultura aclaró que la orden de Trump solo afecta a las llamadas tasas de reciprocidad, de 10 por ciento, mientras continúa vigente la tarifa adicional de 40 por ciento anunciada en julio.
Según la Confederación Nacional de la Industria, la decisión estadunidense beneficia a 80 productos agrícolas brasileños, pero solo cuatro (tres tipos de jugo de naranja y la nuez castaña de pará) quedaron completamente exentos. Los otros 76 seguirán enfrentando un arancel del 40 por ciento.
Productores brasileños temen caída de exportaciones
La Asociación Brasileña de Cafés Especiales lamentó que Estados Unidos no haya eliminado por completo los aranceles, al señalar que la medida amplía las distorsiones en el comercio y puede intensificar la caída de las exportaciones de cafés especiales hacia el mercado estadunidense.
El vicepresidente Alckmin destacó que los diálogos recientes entre el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y Trump, así como entre el canciller brasileño, Mauro Vieira, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fueron importantes para impulsar las negociaciones. Sin embargo, insistió en que “hay una distorsión que necesita ser corregida”, ya que Brasil continúa enfrentando aranceles más altos que otros competidores.
A pesar de las conversaciones en curso, el presidente Trump afirmó el viernes que no prevé nuevos recortes, al asegurar que “los precios del café estaban un poco altos” y que “en muy poco tiempo estarán más bajos”.