Belém. Los líderes de parte del mundo se reúnen este jueves y viernes en la ciudad amazónica de Belém para intentar salvar la lucha por el clima, amenazada por divisiones, tensiones internacionales y la retirada de Estados Unidos.
Medio centenar de jefes de Estado y de gobierno respondieron a la invitación del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para acudir a esta ciudad fluvial. La elección de Belém generó polémica debido a su limitada infraestructura, que encareció los precios y complicó la llegada de pequeñas delegaciones y ONG.
Brasil destinó fondos para alojar gratuitamente a delegados de los países más pobres en dos cruceros fletados para la ocasión.
Nunca antes esta ciudad de casi 1.4 millones de habitantes, de los cuales la mitad vive en favelas, había acogido un evento internacional de tal magnitud. Las autoridades aprovecharon para dar una cara nueva a la urbe.
"La COP da a Belém la notoriedad que merece. Es importante que las miradas se dirijan a nuestra región, a la Amazonía", celebra Karol Farias, de 34 años, una maquilladora en el emblemático mercado Ver-o-Peso, completamente renovado.
Sin embargo, el sitio de la cumbre, el Parque de la Ciudad, aún era una zona en construcción este miércoles, repleto de trabajadores atareados en levantar tabiques o disponer mobiliario, constató la AFP.