Mexicali, BC. La totalidad del territorio de Baja California se encuentra con algún nivel de sequía, sobre todo severa y extrema, por lo que se incluyó en la declaratoria del inicio de emergencia por ocurrencia de sequía que hizo el gobierno federal.
Mexicali y San Quintín registran sequía extrema, de acuerdo al reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), mientras que el Monitor de Sequía considera a un municipio más con sequía moderada y a otros dos con sequía severa.
Entre las medidas transitorias dictadas por la administración nacional se prevé la limitación temporal a los derechos de agua existentes, a través de la reducción provisional de volúmenes a los usuarios de la cuenca Baja California, por encontrarse en condición de sequía severa y extrema a fin de abastecer agua para uso doméstico y público urbano a las poblaciones afectadas por este fenómeno.
La Conagua publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la instrumentación de los Programas de Medidas Preventivas y de Mitigación a la Sequía (PMPMS) a aplicarse ante situaciones de escasez de agua para minimizar impactos ambientales, económicos y sociales, los cuales entran a operación este miércoles 13 de julio.
Con estas acciones busca garantizar la disponibilidad de agua para asegurar la salud y la vida de la población, a partir del abastecimiento público, doméstico, urbano y rural, además de minimizar los efectos negativos de la sequía sobre el ambiente, y los efectos negativos sobre las actividades económicas.
Las presas Las Auras y El Carrizo en Tecate están un 45 por ciento del nivel de almacenamiento de su capacidad, mientras que la presa Abelardo L. Rodríguez, en Tijuana, es del 18 por ciento y la presa Emilio López Zamora, de Ensenada, solo del dos por ciento
Aunado a los efectos regionales de la sequía, un acuerdo de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA) entre Estados Unidos y México, recortó a Baja California la entrega de 99 millones de metros cúbicos provenientes del Río Colorado, durante 2022.
Se estima que para el siguiente año se incremente a 160 millones de metros cúbicos con los efectos adversos para la población y las actividades económicas, sobre todo la agrícola, al ser la principal fuente de suministro de agua en la entidad.