Ciudad de México. Padres de familia y vecinos acudieron a la primaria Enrique Rébsamen para exigir mayor seguridad para sus hijos, luego de la desaparición y asesinato de la pequeña Fátima N, de 7 años, quien era alumna de dicha escuela.

Desde las 8 de la mañana, los padres dialogaron con el director de la escuela, a quien acusaron de no seguir los protocolos a la hora de la salida de los niños. A gritos, los familiares denunciaron que los encargados prefieren dejar fuera a sus hijos en espera de que algún familiar llegue por ellos.

Asimismo, exigieron la presencia de las autoridades de Xochimilco para que incrementen el número de patrullas que vigilen las escuelas.

Luego de 30 minutos, los directivos de la escuela, quienes sostuvieron que siguen el protocolo de entrega de niños, acordaron con los padres de familia que cada uno deberá presentar una identificación para recoger a su hijo.

Una vez que colocaron un moño blanco en las puertas de la escuela, y que estas se cerraron –pues fueron suspendidas las clases–, los padres de familia, apoyados por vecinos, bloquearon avenidas cercanas a la escuela y con pancartas manifestaron su indignación por el caso de la niña Fátima y exigieron justicia para la menor y sus familiares.

De acuerdo con reportes oficiales, se registró un aforo de 150 personas en la zona.

Durante ese tiempo, los vecinos acudieron a la vivienda de la pequeña Fátima, donde colgaron otro moño y globos blancos; también instalaron una carpa.

Cerca de las 15:30 horas otro grupo de manifestantes realizó una marcha hacia la zona donde fue hallado el cuerpo de la pequeña. Al contingente se unieron activistas, quienes gritaron al unísono ¡Ni una más, ni una asesinada más! ¡Justicia!. Pasadas las 19 horas, los vecinos liberaron las vialidades.

En tanto, los restos de Fátima arribaron en una camioneta blanca. Los vecinos recibieron a la pequeña con aplausos y porras; minutos más tarde comenzó la música para darle el último adiós.