La democracia electoral, representativa o formal, que es sin duda un aporte de la modernidad, es, sin embargo, una ficción inventada por las minorías explotadoras del trabajo humano.
La idea de que la sociedad es como un organismo vivo fue acompañada por
otra: las leyes del comportamiento y la evolución no sólo gobiernan a los seres vivos, sino a la sociedad humana