Ciudad de México. Al concluir el periodo de clases e iniciar la etapa de exámenes finales del semestre 2026-1, tres directores de facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que enfrentaron suspensión de clases por amenazas de bomba y luego por paros de sus estudiantes, coincidieron en que fue un semestre convulso, donde los alumnos son quienes resultarán más afectados, pues son “aprendizajes perdidos” que difícilmente podrán recuperar.
“Es un fin de semestre con un grado de complejidad importante. Afortunadamente no vamos a tener que recalendarizar; se han ido atendiendo los puntos del pliego petitorio y avanzando el diálogo con la comunidad estudiantil para poder dar solución a sus peticiones y recuperar parte de las actividades académicas”, aseguró la directora de la facultad de Economía, Lorena Rodríguez León.
Esta facultad recibió una amenaza de bomba el 18 de septiembre, por lo que suspendió clases. Cuatro días después ocurrió el asesinato en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, desatando incertidumbre y exigencia de mayor seguridad en varios planteles de la universidad nacional, por lo que la mitad de octubre esta facultad estuvo en paro.
Ahora, señaló en entrevista la directora de Economía, se está poniendo énfasis en la reconstrucción del tejido social y en las medidas necesarias para incrementar la seguridad. No obstante, aclaró que también es un trabajo en conjunto, pues las autoridades deben mejorar la infraestructura y establecer protocolos de actuación, pero cuidar el entorno es una cuestión comunitaria.
Para ello, explicó, están llevando a cabo dos mesas de trabajo semanales, con los diferentes puntos del pliego petitorio, pues “sólo a través del diálogo es como podemos resolver sus inquietudes”.
En tanto, el director de la facultad de Química, Carlos Amador Bedolla, comentó que las más de tres semanas que estuvieron en paro hacen imposible recuperar las clases experimentales de las carreras que ofrecen, pues no hay manera de reponer trabajo en laboratorios y prácticas. “Son aprendizajes perdidos”, subrayó.
“La interrupción de las actividades nos hace mucho daño, impide el desarrollo de nuestros alumnos, porque no pueden cubrir las clases experimentales que solo en modalidad presencial se pueden hacer”, afirmó.
En entrevista, Amador admitió que las diferencias que tuvo con los alumnos de su facultad ocasionaron la suspensión de actividades del 2 al 21 de noviembre, las cuales repercutieron en las clases en laboratorios porque “la química es una ciencia experimental y hacerlo a distancia es imposible porque se requiere habilidad manual”.
“Es una pena que no se use como se tiene que usar”, lamentó el director de la facultad de Química al considerar que los estudiantes pierden un aprendizaje que difícilmente podrían reponer aún con materiales que les proporcionaron.
Señaló que el paro representa suspender aprendizajes que probablemente no los van a alcanzar y quienes se encuentren en dicha situación podrían reprobar alguna materia y entonces va a tener que repetirla y ahí es donde va a aprender lo que no pudieron en este semestre.
Para el director de la facultad de Odontología, Francisco Javier Marichi Rodríguez, la situación ha sido más crítica, pues el pasado viernes que concluyeron las clases del semestre seguían en paro, aunque más de la mitad de los alumnos solicitó recuperar actividades en línea, ya que no están de acuerdo con la toma de las instalaciones.
“Le llamamos asesorías en línea y tenemos prácticamente así a 70 por ciento de los alumnos de primero a cuarto. Ellos mismos lo solicitaron. Mientras que los de quinto año están en actividades en clínicas periféricas y 30 por ciento permanece sin actividades”, detalló en entrevista.
Consideró que se han atendido casi todas las demandas del pliego petitorio, duplicando el número de cámaras de vigilancia, pues tenían 70 y colocaron mismo número, sumando 140 en total.
Lamentó que un grupo de estudiantes insiste en mantener el paro, pues hay cosas que no pueden atender porque “no es algo que dependa de nosotros”, como tener el estacionamiento de Medicina para los alumnos de Odontología.