Zacatecas, Zac. Habitantes pertenecientes a una decena de comunidades rurales y ejidos del municipio de Jiménez del Teúl –al noroeste del estado de Zacatecas, en los límites con Durango-, ofrecieron este lunes una conferencia de prensa donde ratificaron -como lo han hecho desde hace una década- su oposición a la construcción de la presa Milpillas, sobre el cauce del Río Atenco.
Mujeres y hombres dedicados a tareas agropecuarias, se presentaron acompañados por los investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas: Ivonne Muñoz Morales y Darcy Tetreault, quienes durante más de cinco años se han abocado a estudiar el proyecto hídrico que promovieron inicialmente en el 2015 el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Miguel Alonso Reyes –ambos del PRI-, y que ahora, respaldan la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador David Monreal Ávila, de Morena.
De acuerdo con la investigación de los investigadores universitarios adscritos a la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, el proyecto de la presa Milpillas presenta seis problemas críticos que hacen inviable técnica, financiera y socialmente el embalse que costaría más de 8 mil millones de pesos, y que el actual gobierno estatal ya no concluiría, pues le quedan menos de dos años de gestión a David Monreal Ávila.
Los seis problemas críticos del proyecto de la presa Milpillas, son: la Ausencia de Justificación técnica y ecológica; Simulación y falta de rigor científico en el proyecto ejecutivo; Omisión del caudal ecológico y los impactos río abajo; Desconocimiento del territorio y de la población afectada; Falta de transparencia financiera y La inexistencia de una evaluación real de alternativas.
Aglutinados en el Movimiento en Defensa del Territorio y el Río Atenco, las mujeres y hombres procedentes del municipio de Jiménez del Teúl –el más marginado de los 58 municipios del estado, según el INEGI, recordaron-, hicieron una larga exposición con sus testimonios, durante casi dos horas, del porqué de su rechazo a la presa Milpillas, “desde el año 2015, nuestra postura no ha cambiado, no queremos la presa”.
Durante la conferencia de prensa, realizada en el foyer del teatro universitario Fernando Calderón, se hizo pública además la “Carta Abierta de Especialistas y el Movimiento en Defensa del Territorio y el Río Atenco”, que se entregó Alicia Bárcena Ibarra, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, donde se cuestiona que el pasado 25 de septiembre de este año, la dependencia presentó “una ‘nueva’ Manifestación de Impacto Ambiental (MIA)”, donde las insolvencias del proyecto original de los gobiernos priistas, persisten:
“Observamos que se trata prácticamente del mismo proyecto promovido por los gobiernos priistas anteriores: una presa con las mismas dimensiones, en el mismo sitio y con el mismo discurso. Más aún, incluye la misma documentación que se presentó en 2015, con cambios mínimos, a pesar de declarar que se destinaría una partida del capital total para los estudios ambientales”.
Por esta razón, concluyeron “nosotras y nosotros, las personas y comunidades ejidales estamos en contra del proyecto, que sólo responde a una lógica neoliberal perversa, orientada a proteger los intereses de los grandes acaparadores de agua y a facilitar el enriquecimiento de empresas constructoras, cerveceras, mineras e intermediarios poderosos”.
De acuerdo al proyecto ejecutivo, Milpillas es una presa con una cortina de 90 metros de altitud, e incluye un acueducto de tubos de acero de 167 kilómetros de longitud, hasta la zona metropolitana de las ciudades de Fresnillo, Zacatecas y Guadalupe. El gobierno morenista de David Monreal denunció recientemente a través de la Secretaría de la función pública, que el gobierno anterior del PRI, erogó más de 200 millones de pesos en el proyecto, del que, a la fecha, no se ha colocado una sola piedra, ni se ha sancionado a ningún ex funcionario