Tokio. El ministro de Defensa de Japón, Shinjiro Koizumi, anunció este domingo el despliegue de un sistema de misiles tierra-aire en la isla de Yonaguni, en el extremo suroccidental del archipiélago, en un nuevo movimiento de Tokio para reforzar su presencia militar ante el incremento de tensiones en el estrecho de Taiwán.
Koizumi defendió la decisión al señalar que la instalación “reducirá la posibilidad de un ataque armado contra nuestro país” y calificó de “infundadas” las críticas que advierten que la medida podría agravar la inestabilidad regional.
Desde la base militar de Yonaguni, el ministro explicó que los misiles —de alcance medio, similares a los SAM estadunidenses— están diseñados para interceptar aeronaves y misiles de crucero.
Yonaguni, situada a unos 110 kilómetros de Taiwán, forma parte de las islas Nansei, en la prefectura de Okinawa, una región donde Japón ha acelerado su expansión militar durante la última década.
Nuevas bases han sido inauguradas desde 2016 en Yonaguni, Amami Oshima, Miyakojima e Ishigaki, con el objetivo declarado de reforzar la defensa del suroeste japonés. “He renovado mi compromiso de proteger la vida y la paz de la población, así como el territorio, las aguas y el espacio aéreo de nuestro país”, afirmó Koizumi.
El anuncio ocurre tras las recientes declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, en el cargo desde octubre, quien sostuvo que un eventual ataque o bloqueo naval de China contra Taiwán podría justificar una respuesta militar de Japón. Sus palabras generaron molestia en Pekín.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, calificó de “impactantes” las afirmaciones de Takaichi y sostuvo que los líderes japoneses “han enviado la señal equivocada de intentar intervenir militarmente en el asunto de Taiwán”. Según Wang, Tokio “cruza una línea roja que no debería tocarse”.
El despliegue en Yonaguni profundiza el giro defensivo japonés en un momento de creciente fricción entre China y Estados Unidos por la isla autogobernada, y anticipa un escenario de mayor presión militar en una de las zonas más sensibles del Asia-Pacífico.