Santiago. La más reciente expresión del encono y la revancha que domina la contienda electoral en Chile, donde el 16 de noviembre habrá elecciones presidenciales y legislativas, es la decisión de la oposición derechista de rechazar por completo el presupuesto fiscal del año 2026 por el equivalente a unos 90 mil millones de dólares, sin siquiera entrar a considerarlo.
En términos reales, la cifra es 1.7 puntos mayor que en 2025, el menor crecimiento en décadas.
Pero la oposición alega falta de transparencia, escaso ajuste fiscal y exige la reposición de la “glosa republicana”, recursos de libre disposición para el gobierno que asumirá en marzo de 2026, y que no fue incluida.
La derecha quiere recortes presupuestarios que oscilan entre los 6 mil millones de dólares, según el candidato José Antonio Kast, del Partido Republicano, favorito del sector para avanzar a la segunda vuelta, y de hasta de 18 mil millones de dólares, según ha prometido aplicar el ultraliberal Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, quien le pisa los talones a Kast.
"Hoy el presupuesto está rechazado y ahí está el ministro como que no hubiese pasado nada, la única diferencia hoy es una corbata. O sea, la diferencia de Economía y Hacienda es una linda corbata, nada más, porque no tiene los conocimientos ni la experiencia”, ironizó Kast respecto del ministro de Hacienda, Nicolás Grau, quien hasta agosto fue el titular de Economía.
“Lo siento ministro, pero soy duro, pero es cierto. Usted es el mismo ministro que fue dirigente estudiantil”, agregó.
Grau, en tanto, atribuyó el rechazo al contexto electoral y dijo confiar en que una vez resueltas las parlamentarias baje la crispación y se retome el debate.
"Lo que ocurre es que además de una decisión electoral, que se expresa no sólo en la discusión del presupuesto sino en el lenguaje político que hemos visto, es que (la coalición centro derechista) Chile Vamos ha tomado más la lógica del (extremista partido) Republicano. Espero y confío que, a propósito de la elección, después retome esta actitud más dialogante que ha tenido con el tiempo", dijo Grau.
Respecto de Kast comentó que “el candidato del Partido Republicano, uno de los políticos importantes en Chile, tiene el triste récord de nunca haber llegado a un acuerdo con nadie en nada y fue 16 años diputado. Es una persona que ha hecho del no llegar a acuerdos, del ser inflexible y dogmático su ADN, su característica principal. Yo lamento que esa visión es la que haya permeado al resto de la de la oposición".
Claramente frustrado, admitió que se trata de “un resultado que defrauda al país” porque “lo que quiere es acuerdos como hemos hecho en distintas materias: pensiones, salario mínimo, 40 horas (laborales semanales)”, pero “lamentablemente lo que tuvimos hoy no fue eso (…), sino una decisión política, probablemente con una motivación electoral, de rechazarlo todo”.
Grau recalcó que hacer un gran recorte presupuestario “significaría reducir el gasto social”, lo cual “debe ser explicado al país, de dónde van a sacar todo lo que quieren recortar: la pensión garantizada universal, otros derechos sociales, el gasto en educación”.
La discusión, imposible de momento, se retomará después de las elecciones.
El presupuesto fiscal se rige por el año calendario y, en caso de no ser aprobado legislativamente antes del 30 de noviembre, el Presidente de la República tiene la facultad de imponerlo por decreto.