Ciudad de México. La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la organización humanitaria Islam Relief USA (Irusa) anunciaron una alianza para movilizar un millón de dólares, para fortalecer la protección e integración de personas solicitantes de asilo, refugiadas y desplazadas internas en México.
En un momento de gran presión sobre los fondos humanitarios a nivel global —que responde al recorte de recursos aplicados por el gobierno de Estados Unidos—, el Alto Comisionado Giovanni Lepri destacó que esta donación “representa un oxígeno muy necesario” para continuar con actividades prioritarias como la asistencia humanitaria en Tapachula, Chiapas y de integración a largo plazo en la Ciudad de México, de personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas en nuestro país.
Los recursos, abundó, contribuirán a mejorar la infraestructura del recién inaugurado Centro Multiservicios en Tapachula, espacio que reúne los servicios de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y Acnur, así como de otras organizaciones aliadas.
"Está contribución llega en un momento crucial para garantizar la continuidad de los esfuerzos destinados a proteger a quienes huyen; esperamos que sirva como ejemplo para que otras organizaciones internacionales respondan con compromiso, empatía y responsabilidad", señaló.
En conferencia de prensa, Ahmed Shehata, director de IRUSA, organización con sede en Alexandria, Virginia, Estados Unidos, destacó que México es un país clave que alberga a personas desplazadas.
"Nos ha impresionado el trabajo que Acnur lidera para las personas refugiadas en el país, y decidimos apoyar esta labor con una donación de un millón de dólares para garantizar que las personas refugiadas estén bien protegidas y puedan tener un futuro esperanzador".
En abril pasado, La Jornada adelantó la disminución del presupuesto de la Acnur en 60 por ciento para el año en curso, lo que tuvo como consecuencia el cierre de oficinas en Tuxtla, Palenque y Tenosique, Chiapas, y en Guadalajara, Jalisco; además del despido de 190 personas y la reducción de apoyos a albergues y a la Comar.
Lepri subrayó que México continúa recibiendo un volumen considerable de solicitudes de asilo y se espera que al cierre del año sumen 80 mil, pesar de una disminución en el flujo de personas migrantes.