Nueva York. Decenas de delegados de más 50 naciones abandonaron ayer al mismo tiempo la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, subió al estrado para dar su discurso en el cual reiteró que reconocer al Estado palestino sería “premiar a Hamas”.
Netanyahu aseguró que Israel “debe terminar el trabajo” contra el movimiento palestino en Gaza, tras pronunciar una amenazante intervención a pesar del creciente aislamiento internacional por su negativa a poner fin a su devastadora ofensiva en la franja.
Frente a filas de asientos vacíos en la asamblea, el premier israelí rechazó de forma tajante la idea de conceder un Estado a los palestinos mientras era abucheado por una parte de los asistentes, y envió un mensaje directo a los líderes mundiales que esta semana reconocieron la posibilidad de dos naciones: “No vamos a permitir que nos impongan un Estado terrorista por la fuerza”, y afirmó que aceptar su creación sería un “suicidio nacional” para Tel Aviv.
“Cuando las cosas se pusieron difíciles, ustedes se rindieron”, acusó Netanyahu a líderes mundiales y continuó: “Increíblemente, mientras combatimos a los terroristas que asesinaron a muchos de sus ciudadanos, ustedes luchan contra nosotros. Nos condenan, nos imponen embargos y nos lanzan una guerra política y legal, lo llaman ‘instrumentalización de la justicia’”, aseveró.
Netanyahu calificó a los representantes de las naciones que apoyan el reconocimiento de Palestina como “líderes débiles que prefieren apaciguar al mal en lugar de apoyar a una nación cuyos valientes soldados los protegen de los bárbaros.
“Quiero contarles un secreto. A puerta cerrada, muchos de los líderes que nos condenan públicamente nos agradecen en privado”, sostuvo el premier israelí.
El discurso de Netanyahu estuvo dirigido en gran medida al núcleo nacionalista cristiano y evangélico de los partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que apoyan a Israel porque simpatizan con la causa bíblica judía, destacó The Independent.
“¿Saben qué mensaje enviaron los líderes que reconocen un Estado palestino esta semana? Es muy claro. Asesinar judíos tiene recompensa. Los terroristas más salvajes del planeta elogian efusivamente su decisión”, reclamó.
Netanyahu se colgó un código QR en la solapa de su traje con un enlace que dirigía a un sitio web que contenía imágenes sobre el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023. Además ordenó que en una de las salas de la organización fuera proyectada una película sobre aquella ofensiva.
El primer ministro israelí se dirigió a los rehenes que aún se mantienen en la franja, tras anunciar que su ejército instaló altavoces en Gaza para retransmitir en directo su intervención en la asamblea.
“No descansaremos hasta traerlos de vuelta a casa”, sentenció al acusar a la comunidad internacional de permitir la difusión de “mentiras antisemitas”.
Hamas afirmó que el boicot por parte de numerosos delegados al discurso de Netanyahu “es una manifestación del aislamiento de Israel y las consecuencias de su guerra de exterminio”, afirmó en un comunicado Taher al Nunu, un alto cargo del comité político del movimiento.
Un funcionario de la Autoridad Nacional Palestina que gobierna Cisjordania reocupada criticó también el discurso de Netanyahu y aseguró que estaba “saturado de mentiras y falsificaciones”.
El Foro de las Familias de Rehenes condenó el llamado del primer ministro israelí para “terminar el trabajo” en Gaza al afirmar que pone en peligro a los cautivos.