Cuautitlán Izcalli. Méx. La alcaldía informó que fue un tramo de 25 metros de largo, lo que colapsó de la barda perimetral que resguarda la Parroquia de San Francisco de Asís que data del siglo XVII, ubicada en el Pueblo de San Francisco Tepojaco, y que el material fue retirado y está en resguardo en espera del arribo de personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El gobierno municipal informó que el derrumbe ocurrió durante la tormenta de la noche del miércoles, y la afectación abarca un aproximado de 25 metros de largo por 3 metros de alto, y el origen sería el reblandecimiento de la tierra ocasionado por las intensas lluvias de los últimos días.
Indicó que personal de la dirección de Desarrollo Urbano e Infraestructura trabajó en el sitio a petición del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del párroco Martín Romero, del encargado de Arte Sacro de la Diócesis de Cuautitlán Izcalli, Fernando Rodríguez, y de Rocío Sandoval, representante del Patronato Parroquial.
El material de la barda fue resguardado en el atrio de la parroquia por indicación del INAH. Además, se retiró la malla metálica, se acordonó el área y se colocaron polines de soporte en el tramo de barda que aún permanece en pie, con el fin de prevenir riesgos a la población.
De acuerdo con Valentín Trejo, de la dirección de Desarrollo Urbano e Infraestructura, en los próximos días personal del INAH realizará una inspección y valoración de las afectaciones en la barda perimetral y en la parroquia en general, para descartar riesgos y determinar si se hace valer un seguro.
Vecinos de la comunidad señalaron que la estructura ya presentaba afecciones previas, derivadas tanto de su antigüedad como de las vibraciones generadas por los altos decibeles de la música en eventos masivos organizados en el campo de futbol aledaño.
Cabe destacar que en el año 2017, la Parroquia de San Francisco de Asís en Tepojaco, fue declarada Monumento Histórico Nacional por parte del INAH, e inscrito en el Catálogo de Patrimonio Cultural Nacional y en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricos, con ello se reconoció la riqueza arquitectónica, histórica y cultural del edificio colonial.