Tepic, Nay. El gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero exigió a las organizaciones criminales que dejen de realizar sus actividades ilícitas y de experimentar con su armamento en las comunidades de los pueblos originarios y en la sierra del Nayar, pues los problemas de inseguridad afectan a los habitantes.
Durante su intervención por el Día Estatal de la Mujer Indígena, en el patio central Venustiano Carranza del Congreso estatal, precisó: “Yo hago un reclamo también a pesar de los riesgos que esto conlleva para mí persona, les exijo a los grupos del crimen organizado que no tengan sus pleitos en las comunidades de pueblos originarios, tenemos nosotros que exigir el respeto que no vayan a probar sus artefactos explosivos o el armamento que llevan, con niños de pueblos originarios que son utilizados, basta ya”.
En entrevistas otorgadas durante la semana, el mandatario nayarita señaló que “hemos tenido problemas en la sierra Del Nayar y se han atendido con la fortaleza de la Policía Estatal y coordinados con las dependencias federales, nuestra corporación ha sido heroica en la desactivación de bombas, al enfrentar y no salirse de lugares que son taponamientos para que no entren grupos delincuenciales”.
Navarro Quintero también propuso que a nivel nacional “estemos vinculados a la Secretaría de Seguridad Pública Federal, tengamos ese puente de comunicación directo y que sea un responsable en el estado de la seguridad, en este caso los gobernadores y las gobernadoras, como en el país lo es la presidenta de la República”.
En el municipio de Huajicori, al norte de Nayarit, se han denunciado problemas de seguridad debido a que colinda con el estado de Sinaloa.
En mayo pasado, la camioneta del edil Sergio Rangel Cervantes de Morena y el edificio de la Presidencia Municipal fueron baleados por sujetos desconocidos, no se reportaron lesionados, pero hasta el momento no hay detenidos.
También en el evento, la alcaldesa de origen indígena, Del Nayar, Imelda Escobedo López, comentó “desafortunadamente como pueblos originarios somos muy vulnerables a estas actividades, porque nos dañan, meten miedo a la sociedad y sobre todo a los niños, que son la parte más vulnerable que tenemos”.