El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, denunció este viernes ante una comisión parlamentaria un "intento de golpe de Estado judicial" por el pedido de la Fiscalía de quitarle los fueros para procesarlo por corrupción.
El mandatario se defendió ante los diputados que deben recomendar al pleno de la Asamblea Legislativa -con mayoría de la oposición- si le retira la inmunidad para que sea juzgado por el delito de concusión (abuso de poder para favorecer a alguien), penado con hasta ocho años de cárcel.
Esta es la primera vez que un presidente de Costa Rica enfrenta un pedido de desafuero, aprobado por la Corte Suprema el 1 de julio.
"Aquí estoy frente a ustedes (...) enfrentando literalmente un intento de golpe de Estado judicial", señaló Chaves, un economista conservador y populista de 64 años, señalado por sus críticos de no respetar la independencia de poderes.
La Fiscalía acusa al mandatario -un exfuncionario del Banco Mundial- de obligar a una empresa de servicios de comunicación contratada por la Presidencia a darle 32.000 dólares a su amigo y exasesor de imagen Federico Cruz.
Según la acusación, la contratación de la empresa para prestar servicios durante el mandato de Chaves, que comenzó en 2022 y termina el año próximo, se hizo con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con un procedimiento "aparentemente" indebido.
Chaves calificó el caso como un "montaje" y "mentiras" del fiscal general, Carlo Díaz.
"Compatriotas, ¿ustedes de verdad creen que este caso tenga algún sentido, más allá del servilismo de un fiscal incompetente, torpe, sirviendo a la red de cuido que le manipula?", cuestionó Chaves.
El mandatario agregó que tras 36 años de servicio exterior ahora se enfrenta a la élite política del país, a la que calificó de "casta putrefacta y corrupta".