Ciudad de México. En el mes de julio, el consumo privado se mantuvo débil y cayó 1.3 por ciento respecto al mes inmediato anterior, dio a conocer este miércoles BBVA, el banco de mayor presencia entre los que operan en el país.
De acuerdo con la firma financiera, el lento dinamismo del consumo se materializa en un entorno de elevada incertidumbre, en buena medida relacionada con las políticas comerciales puestas en marcha por el gobierno de Estados Unidos, y ante un menor crecimiento de la masa salarial en México.
Al presentar el indicador de consumo Big Data BBVA Research, medido con la totalidad de las transacciones que se reflejan en el sistema del banco, el segmento de bienes cayó 2.3 por ciento en julio respecto a junio, y en ese mismo periodo, los servicios prácticamente se estancaron, al crecer solamente 0.1 por ciento.
Según los datos del banco, por componentes, en el segmento de bienes, el gasto en alimentos cayó 1.2 por ciento respecto a junio, mientras que el consumo de bienes para el cuidado de la salud aumentó 0.6 por ciento en el mismo periodo.
En lo que respecta al segmento de servicios, precisó, los componentes asociados al turismo muestran comportamientos diferenciados: el consumo en restaurantes cayó 4.2 por ciento respecto a junio, mientras que el gasto en hoteles creció 0.8 por ciento en el mismo lapso.
BBVA refirió que el gasto en línea disminuyó 6.8 por ciento en julio respecto al mes inmediato anterior, mientras que en tiendas físicas redujo 0.5 por ciento.
Lento crecimiento en la segunda mitad
Derivado de los resultados anteriores, la institución financiera proyectó que el gasto privado continuará con un lento crecimiento en el segundo semestre del año “ante el deterioro de las expectativas de los hogares respecto al desempeño de la economía en los siguientes meses”.
“A lo anterior se suma la prolongada desaceleración de la masa salarial real, derivada del menor dinamismo de la industria”, señaló BBVA.
Agregó que la demanda interna mostrará una modesta evolución en los próximos trimestres, con lento crecimiento del consumo y de la inversión; mientras que el sector externo presentará mayor volatilidad ante la falta de claridad respecto a cómo terminan las negociaciones comerciales con Estados Unidos.