Ciudad de México. En la antesala de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer (CRM), que se efectuará en la Ciudad de México, feministas expusieron que la violencia de género sigue siendo una “pandemia silenciosa” en la región, criticaron la “criminalización contra las defensoras de derechos humanos” y el avance de una “ola de guerras, conflictos y crisis humanitarias” en diversos países, en donde las mujeres y niñas son las más afectadas.
Las organizadoras del Foro Feminista, encuentro previo a la CRM, destacaron también que esta cumbre regional ocurre en medio de una “crisis del multilateralismo”, en un tiempo en el que “los intereses empresariales se infiltran en nuestros Estados, erosionando la soberanía popular y priorizando las ganancias por encima de la vida, queriendo intervenir en los derechos humanos.”
En conferencia de prensa, Aidé García, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, Mariana Iacono, representante de la Comunidad Internacional de Mujeres con VIH y Oriana López Oribe, de la Coordinación de Redes Regionales, alertaron sobre “el avance implacable de los discursos y estrategias antiderechos que buscan arrebatarnos libertades que tanto nos costó conquistar con nuestros cuerpos.”
Asimismo, lamentaron que la inauguración de la XVI CRM no se realice en el Centro Cultural Tlatelolco, espacio que reunirá a feministas de todos los países de la región. Dijeron que esto ha generado “desilusión”, pues la expectativa era poder compartir con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
La XVI CRM será inaugurada por Sheinbaum Pardo, mañana en Palacio Nacional y la ceremonia será transmitida por redes de la Secretaría de las Mujeres. Justamente esta dependencia ha destacado en varias oportunidades que esta “es la primera vez que una mujer presidenta recibe la Conferencia”. El tema central de la cumbre internacional es Las transformaciones en los ámbitos político, económico, social, cultural y ambiental para impulsar la sociedad del cuidado y la igualdad de género.
López Oribe, indicó que “las compañeras de la región vienen con muchísimas esperanzas, miran a México con muchísima ilusión, miran a la presidenta con ese anhelo de poder contar con una presidenta en sus propios países y lo que eso significa en este momento para sus países en particular, y en general para la región. Sí se genera una desilusión en las compañeras de la región frente a esta decisión política.”
García acotó en que “cada gobierno decide dónde hace su inauguración. Nosotras también de alguna manera lamentamos que el lugar donde va a ser la inauguración sea un lugar donde no quepamos todas las personas que están inscritas en la Conferencia y que fueron aceptadas en el registro formal”, señaló en relación a que el espacio elegido es insuficiente para la cantidad de mujeres que participarán el encuentro
Iacono, feminista argentina resaltó que “para todas las compañeras que no somos de México, estar en México y poder también escuchar a la presidenta y tener el foro y la conferencia en México es un aire de esperanza”, ello debido al avance en diversos países de la región de gobiernos conservadores y ultraderechistas.
“Hay una avanzada antiderecho, con riesgo de pérdida de democracia, como en Nicaragua, El Salvador, Argentina y Venezuela. Entonces, México en este momento en la región es un aire de esperanza, tanto para el movimiento feminista como para cualquier movimiento que defienda las democracias.”
En ese sentido remarcó que “es muy importante el acto político, igual que la presidenta reciba la conferencia, pero nosotros siempre estamos defendiendo la participación del movimiento, con lo cual hubiera sido mucho más emocionante que todas las compañeras que vengan a la Conferencia poder escuchar a la presidenta de México.”
En la inauguración del Foro Feminista, Cecilia Alemany, directora regional adjunta de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe destacó la importancia de reconocer los cuidados como un derecho humano y recordó que hace unos días (7 de agosto) la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una Opinión Consultiva en la que reconoce por primera vez de manera explícita el derecho al cuidado como un derecho humano en sí mismo.