Estados Unidos y México están unidos como dos aliados soberanos para enfrentar a un enemigo común –los cárteles criminales– y su estrategia será construir un frente conjunto e inquebrantable para desmantelar sus redes, afirmó ayer el embajador de Washington en el país, Ronald Johnson.
En una declaración emitida luego de que Trump firmara una orden ejecutiva que autoriza el uso de las fuerzas armadas estadunidenses contra los cárteles, Johnson subrayó que la estrategia no implica que Washington actúe de manera unilateral, sino en estrecha colaboración con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El diplomático advirtió que estas organizaciones no son simples grupos de narcotráfico, sino terroristas que destruyen vidas, corrompen instituciones y mantienen como rehenes del miedo a comunidades enteras. Aseguró que Trump y los líderes de su gobierno comparten esta visión y que el secretario de Estado, Marco Rubio, ha enfatizado la necesidad de tratarlas como organizaciones terroristas armadas.
Sin referirse explícitamente a la orden ejecutiva de Trump, Johnson sostuvo que los cárteles son los que deberían tener miedo ante la fuerza combinada de dos naciones soberanas, cuya determinación y resolución están orientadas a proteger a su gente. Nuestro mensaje es claro: estamos unidos. Usaremos todas las herramientas a nuestra disposición para proteger a nuestros pueblos, trabajando de forma colaborativa como dos aliados soberanos, enfatizó.