Querétaro, Qro. Hasta 10 de prisión podrían alcanzar las personas que incurran en “homicidio automovilístico o vial” en Querétaro, así lo propone la reforma al Código Penal que impulsa el alcalde Felipe Fernando Macías Olvera.
Macías Olvera, explicó que la reforma pretender sancionar con mayor rigor los accidentes provocados por conducir en estado de ebriedad.
Dijo que de aprobarse la reforma de los artículos 75 y 228 del Código Penal de Querétaro, las sanciones del delito de homicidio automovilístico o vial serían sustancialmente más altas que las del homicidio culposo.
En cambio, de aprobarse por la legislatura local, el homicidio automovilístico o vial la sanción mínima no sería de tres días sino de cinco años y la máxima de 10 años.
Agregó que el homicidio automovilístico o vial estaría en medio del culposo o no intencional y del doloso, es decir, el que se perpetra con intención.
La reforma propone que a las personas condenadas por este delito se les retire de manera definitiva la licencias de manejo.
La intención, dijo, "es enviar un mensaje muy claro a las personas que se atrevan a manejar en estado de ebriedad; que sepan que no se va a tratar como un accidente sino como un homicidio" y que estén conscientes de la responsabilidades que tenían que afrontar.
Como medida inmediata, Felipe Fernando Macías anunció el incremento de operativos de alcoholímetro para detectar a personas que conduzcan en estado de ebriedad.
Ante la propuesta que en los últimos días ha circulado por redes sociales de que en los bares, restaurantes y otros establecimientos donde hay "valet parking", a fin de evitar accidentes automovilísticos, no se les devuelvan las llaves de los automóviles estacionados en esos lugares a los clientes que al momento de querer marcharse se encuentren en estado de ebriedad, el edil aclaró que se tendrá que analizar de manera pormenorizada.
Puntualizó que los llamados "valet parking" -empleados de algunos establecimientos encargados de estacionar los vehículos de los clientes, los cuales dejan sus autos en la entrada para que el "acomodador" se haga cargo de ellos y los cuales se los entregan al propietario cuando decide marcharse- "no son autoridad" por lo que no están facultados para negar la entrega de las llaves de los automóviles a sus propietarios.
Entonces, explicó Macías, lo que se analiza es ver si es posible que haya presencia, en las afueras de los establecimientos, de autoridades municipales para verificar a través de "alcoholímetros" el estado en que se encuentran las personas que salen de esos establecimientos para verificar si están aptos o no para conducir sus autos.