Ciudad de México. Al abonar apenas casi uno por ciento del PIB nacional, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) busca formalizar, tecnificar y crear políticas públicas del sector pesquero y acuícola nacional, con la intención de robustecer la producción y consumo nacional de estos productos.
Durante la presentación del Diagnóstico de la Acuacultura Rural en México (2022-2024) este miércoles, Víctor Manuel Vidal Martínez, titular del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), resaltó que se depura y actualiza los padrones de productores Registro nacional de pesca y acuacultura, con la finalidad de identificar a las personas que se dedican a esta labor, cuando se tiene el registro de cerca de 60 mil.
Señaló que en los tiempos cuando no hay pesca o actividad acuícola, las personas se dedican a otras actividades. Ante ello, señaló que se deben de marcar tiempos y precisar el perfil de selección para determinar quienes ingresan al padrón con la intención de brindarles mayores apoyos y sacarlos de la informalidad.
Norma Angélica López Téllez, investigadora del IMIPAS y autora de la publicación, indicó que el último registro de pesca y acuacultura que se tiene es de 2023, cuando la producción fue de 2.1 millones de toneladas. Sin embargo, señaló que este registro y la formalización de los productores pueden brindar aportaciones numéricas, como de producción, para robustecer las investigaciones que se realizan en el país.
Eduardo Alfredo Mendoza Quintero Mármol, director de Investigación de Acuacultura, indicó que existen entre 25 mil y 35 familias que se dedican a la pesca continental, que se desarrolla en ríos, lagunas y presas, pero una buena parte de ellos están en la informalidad. En el caso de la acuicultura, señaló que es una actividad muy rentable, porque mucha de su actividad pertenece a la economía mixta y de traspatio, porque las personas crían en sus casas peces.
Señaló que los productores, principalmente los pequeños y medianos, se les debe proporcionar acompañamiento especializado con la finalidad de incrementar sus rendimientos, como proporcionar capacitación para el manejo de los criaderos, ofrecer alimentos de mayor calidad para los peces o incrementar los procesos de tecnificación.
Sobre el diagnóstico, resaltó que está creado para generar información y actualizar los datos sobre este rubro, especialmente en la creación de programas, estrategias y acciones en materia de política pública.