Madrid. El gobierno español, presidido por el socialista, Pedro Sánchez, acordó con los representantes de la Generalitat de Cataluña la puesta en marcha de un modelo de “financiación singular”, con el que alcanzará la región casi una plena autonomía fiscal, que es además una reivindicación histórica de los partidos independentistas.
El pacto forma parte de los acuerdos parlamentarios entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los partidos separatistas catalanes, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat), que sin embargo expresaron algunas críticas al acuerdo por insuficiente.
El acuerdo se presentó por representantes de ambos gobiernos, el español y el catalán, en el marco de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, que pasa de ser un pacto entre esos dos partidos a un pacto institucional y en el que se establecen las bases para un sistema de diferentes modelos en el que cada región podrá decidir el nivel de gestión tributaria que quiere asumir.
El ministro español de Política Territorial explicó que “este acuerdo sienta las bases para que se tengan en cuenta las necesidades de Cataluña y el resto de comunidades, la bilateralidad es compatible con la multilateralidad. Que haya más autonomía no significa que haya menos Estado porque todos somos Estado”.
El acuerdo supondrá que el gobierno catalán diseñará la estructura de la Agencia Tributaria de Cataluña a fin de que pueda recaudar toda la tributación. El primer paso será la cesión del 100 por ciento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que hasta el momento lo recaudaba la administración central en casi todo el país, salvo el País Vasco y Navarra.
El pacto bilateral provocó malestar en el resto de las comunidades autónomas, sobre todo en las gobernadas por el derechista Partido Popular (PP), que son 13 de las 17, ya que aseguran que este modelo supone la independencia “de facto” para Cataluña y la ruptura de pacto constitucional para tener una caja común que permita una redistribución de la riqueza.
