Ciudad de México. El mercado de trabajo de los países incorporados a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se mantienen resiliente, con una tasa de actividad sin precedentes en muchos países y un índice de desempleo que se sitúa en niveles históricamente bajos, destaca el informe Perspectivas del empleo 2025 emitido ayer miércoles por el organismo.
“Los mercados laborales de la OCDE se mantienen resilientes: la tasa de empleo continuó aumentando durante el pasado año hasta alcanzar 72.1 por ciento en el promedio de los países de la OCDE, el nivel más alto desde al menos 2005”, declaró Mathias Cormann, secretario General de la OCDE.
Sin embargo, menciona que hay signos de desaceleración en un contexto de incertidumbre geopolítica y de cambios en las reglas del comercio internacional que frenan la actividad económica.
El organismo previó que el empleo en los países de la OCDE, que alcanzó los 668 millones en mayo de 2025 crezca alrededor de 1.1 por ciento en 2025 y 0.7 por ciento en 2026.
Destacó que la tasa de desempleo del conjunto de países de la OCDE lleva más de tres años en 5 por ciento y se prevé que se mantenga en niveles bajos hasta 2026.
A su vez, el organismo destacó que la tasa de desempleo de las mujeres fue 0.5 puntos porcentuales superior a la de los hombres.
Entre el primer trimestre de 2024 y el mismo periodo de 2025, la tasa de empleo de las mujeres aumentó en promedio en el conjunto de los países de la OCDE, alrededor de 0.2 puntos porcentuales más que la de los hombres.
“La brecha de género de la tasa de actividad se redujo 0.3 puntos porcentuales durante el mismo período, en gran parte debido a la incorporación de un mayor número de mujeres al mercado laboral”, se menciona en el estudio.
Respecto a los salarios reales, detalló que están creciendo en la mayor parte de la OCDE, aunque en aproximadamente la mitad de los países se mantienen por debajo de los niveles registrados a principios de 2021, justo antes del repunte de la inflación tras la pandemia.
“Los salarios de los trabajadores peor remunerados se han mantenido estables, ya que el salario mínimo legal real ha aumentado desde entonces en prácticamente los 30 países de la OCDE que cuentan con un salario mínimo nacional”, expuso.
La edición 2025 del informe incluye un nuevo análisis sobre los efectos que tendrán el descenso de los índices de natalidad y el aumento de la esperanza de vida sobre el crecimiento económico y el empleo.
Mathias Cormann sostuvo que el envejecimiento de la población podría provocar una importante escasez de mano de obra y presiones fiscales.
Se calcula que, para 2060, la población en edad de trabajar disminuirá un 8 por ciento en los países incorporados a la OCDE y que el gasto público anual en pensiones y sanidad se verá incrementado 3 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Por ello se necesitan políticas para mejorar las oportunidades laborales de los trabajadores de más edad, movilizar el potencial infrautilizado de las mujeres y los jóvenes en el mercado laboral y reactivar el crecimiento de la productividad.
Además, es necesario dotar a los trabajadores de competencias que les permitan hacer uso de las nuevas herramientas de Inteligencia Artificial (IA).
Según el informe, la población activa disminuirá más de 30 por ciento en una cuarta parte de los países de la OCDE para 2060. La tasa de dependencia de la tercera edad –es decir, la proporción de personas de 65 años o más en relación con la población en edad de trabajar– aumentó de forma significativa del 19 por ciento en 1980 al 31 por ciento en 2023, y se prevé que siga subiendo hasta alcanzar 52 por ciento en 2060.
Si no se adoptan medidas políticas eficaces, el crecimiento del PIB per cápita podría ralentizarse 40 por ciento en la zona de la OCDE, ya que todos los países que lo integran, salvo dos, verían disminuir su crecimiento per cápita.