Tampico, Tamps. Luego de una década marcada por la incertidumbre y la lucha legal, la señora Mayra y su hija Daniela lograron recuperar su vivienda ubicada en la calle 14 de febrero, número 234, en la colonia Vista Bella de esta ciudad costera del sur de Tamaulipas, tras un conflicto que evidenció las profundas fallas en la protección jurídica del patrimonio de los migrantes.

La historia inició hace más de 10 años, cuando la familia emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, dejando la casa bajo resguardo de un familiar para que la rentara, sin embargo, al regresar, luego de la crisis migratoria propiciada por Donald Trump, doña Mayra y su hija Danny, regresaron a México, pero, se encontraron con que la propiedad seguía ocupada por otra familia, que se negó a pagar durante una década, y tras su regreso no quería desalojarla bajo el argumento de supuestos derechos de posesión.

Durante años, doña Mayra agotó el diálogo para recuperar la vivienda, y ahora el caso tomó relevancia pública a partir de la difusión en redes sociales de un video donde se observa la confrontación entre las legítimas propietarias y las ocupantes del inmueble.

El conflicto alcanzó su punto más tenso el pasado 4 de julio, durante un operativo en el que participaron autoridades federales, pero fue hasta el domingo 6 de julio cuando finalmente se concretó el desalojo gracias al apoyo de los vecinos y sociedad en general quienes empoderaron a Doña Mayra y su hija Danny, ambas, hicieron hasta lo imposible por recuperar su patrimonio.

“Literalmente, nosotros no conocemos las leyes de aquí. Traté de hablar con esta gente de la mejor manera, como ustedes vieron, me humillaron, dijeron que esto era propiedad de ellos, y gracias a la gente que nos apoyó, nosotros pudimos recuperarla”, expresó la señora Mayra en entrevista con La Jornada, mientras supervisaba las labores de restauración en su hogar.

Por su parte, Daniela, de 20 años, relató que la familia decidió regresar a México para dar seguimiento a su preparación académica, luego de la desafiante y agitada vida laboral que llevan los ciudadanos en Estados Unidos. “La gente cree que allá tenemos dinero, pero no es así. Decidimos volver para cuidar los trámites legales que iniciamos como familia, pero esto que está pasando en mi México, no veo para cuándo termine”, dijo con evidente desánimo.

Este caso expone la vulnerabilidad que enfrentan las familias migrantes que, al dejar sus bienes en resguardo de terceros, quedan expuestas a la ocupación ilegal.

Organizaciones locales han llamado a establecer mayores garantías legales para los propietarios que, por razones económicas o migratorias, se ven forzados a dejar sus viviendas bajo custodia ajena, a fin de evitar casos como el de la familia de la señora Mayra.