Ciudad de México. La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada en lo general la reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, cuyo propósito es incentivar la producción nacional de bienes intermedios y finales en sectores estratégicos, reducir la dependencia del exterior y asegurar que la industria mexicana aumente su capacidad productiva.
En apenas dos horas y media, el dictamen a la iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum fue aprobado por 281 votos en favor, de Morena y PVEM; por 24 en contra, de MC, y 149 abstenciones, de PAN, PRI y PT, además de cuatro emecistas y una morenista.
Se trata de la reforma que más sufragios en abstención ha tenido, y en la cual el PT se aisló de la votación con sus aliadosados, debido a sus relaciones políticas y alianzas con los países asiáticos a los que se aplicarán los nuevos aranceles.
Al fundamentar los cambios, el presidente de la Comisión de Comercio, Competitividad y Economía, Miguel Ángel Salim (PAN), detalló que la iniciativa presidencial propuso la modificación de mil 463 fracciones arancelarias de 17 sectores: autopartes, autos ligeros, vestido, plástico, electrodomésticos, juguetes, textiles, muebles, calzado, marroquinería, papel y cartón, motocicletas, aluminio, remolques, vidrio y cosméticos.
De las mencionadas fracciones, 316 no están sujetas al pago de aranceles; en 341 ya se aplicaba un arancel de 35 por ciento, y en otras 302, uno de 10 por ciento.
Además, se recibieron 27 propuestas de cámaras empresariales y asociaciones nacionales.
Según el legislador, los aspectos comerciales sujetos a revisión en esta reforma equivalen a 51 mil 910 millones de dólares, 8.3 por ciento de lo importado en 2024.
Asimismo, afirmó que los incrementos arancelarios no tendrán impacto significativo en la inflación, pues los bienes que involucra tienen una “baja ponderación” para el cálculo de esa variable, y además existe una capacidad productiva interna para sustituir los productos que sean gravados.
De esta manera, dijo, la propuesta impulsaría la generación de empleo y el fortalecimiento de los proveedores nacionales.
No obstante, “reconocemos que en el corto plazo observaremos consecuencias prácticas y repercusiones de esta medida, por lo que decimos a los sectores económicos que mantendremos una política de puertas abiertas y diálogo para mejorar la política arancelaria y que podamos ajustar esta ley en el actual periodo legislativo”.
Cuidamos el mercado: Morena
En favor de la iniciativa, Claudia Selene Ávila (Morena) destacó que, de un total de casi 9 mil fracciones arancelarias, se revisan mil 463, además de que forman parte de un “paquete temporal, minuciosamente revisado y transitorio”, que puede sufrir modificaciones de ser necesario.
Para ejemplificar la necesidad de tomar medidas proteccionistas ante las exportaciones de países con los que se tiene un déficit comercial muy grande, destacó que México exporta a China solo 10 billones de pesos, mientras que de esa nación recibe importaciones de 120 billones.
De igual manera, aseguró que no hay motivos para temer que un alza en los aranceles a ciertos productos pueda generar un proceso inflacionario, pues se calcula que el costo de la canasta básica sólo aumentaría 0.03 por ciento.
Los aranceles, aseguró la legisladora, sólo son para proteger los bienes que México sí tiene capacidad de producir, sin dejar de respetar los lineamientos de la Organización Mundial de Comercio, ni afectar los acuerdos comerciales que ya se tienen con algunos países.
“No violentamos violentando eso, sino cuidamos el mercado interno. El proteccionismo es necesario y es un tema transitorio, sujeto a revisión constante. No se está cerrando el comercio, pero sí está poniéndose una cancha pareja para competir en condiciones simétricas”, apuntó.
Impacto en cadenas de producción
Por el contrario, Gloria López (MC) alertó que no deben ignorarse las advertencias sobre la necesidad de medir los impactos que tendrían los aranceles en ciertas cadenas de producción, para no generar interrupciones en las mismas, pues de lo contrario se pueden generar alzas en los precios, que serían trasladados a los consumidores finales.
Por lo anterior, subrayó que debe hacerse un análisis exhaustivo de los efectos de dichos impuestos comerciales “fracción por fracción, y hacer investigaciones específicas por sector”, pues hay insumos productivos que no son sustituibles, porque no se fabrican en México o en la región del TMEC.
La legisladora llamó a cuidar el posible aumento de precios en determinados bienes, y diseñar una política integral que acompañe el alza en los aranceles, con estímulos destinados a fortalecer el mercado interno y la industria. Por todo ello, dijo, su partido votaría en contra del dictamen.
Por su parte, el priísta Hugo Gutiérrez Arroyo anunció que su partido se abstendría para “continuar el trabajo y no apresurar” el análisis al respecto, ya que el propio Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, de la Cámara de Diputados, ha advertido –como se incluye en el dictamen- que actualmente no es posible estimar los alcances económicos de la reforma.
Ello, porque no se encuentran elementos suficientes para cuantificar el efecto de los aranceles, pues “no hay información actualizada sobre los volúmenes de importación, elasticidades de la demanda ni sobre el comportamiento esperado de los agentes económicos modificados en la propuesta”.
No hay, insistió, “un sustento técnico sólido para prever el impacto económico que los aranceles van a actuar”.
Asimismo, advirtió que “los aranceles por sí solos no pueden garantizar el fortalecimiento industrial. La sustitución no ocurre mágicamente, requiere un plan que hoy no existe. 77 por ciento de lo que México importa son insumos y bienes intermedios. Subir aranceles puede encarecer la producción y convertir en un freno al crecimiento”.
Posteriormente, la cámara entró al análisis de reservas, con una lista de 3 oradores por grupo parlamentario.