Ciudad de México. Entre la desventaja y el dramatismo, el PSG ha demostrado su esencia como monarca de la Champions. Los parisinos supieron mantenerse pese a la expulsión de dos de sus jugadores para vencer 2-0 al Bayern Munich, representante de la precisión del futbol alemán, para avanzar a las semifinales del Mundial de Clubes y cumplir con las expectativas como uno de los mejores planteles del orbe.
El triunfo resultó muy costoso para el conjunto parisino pues terminó el juego con nueve hombres en la cancha tras las expulsiones de William Pacho (82) y Lucas (90+2). Las bajas son trascendentales cuando tiene en puerta la semifinal del torneo frente al ganador del duelo entre el Real Madrid y el Dortmund, que se enfrentarán este sábado más tarde.
El guardameta Gianluigi Donnarumma fue uno de los protagonistas tanto en un sentido positivo como amargo para que el PSG se clasificara de manera dramática. Si bien Désiré Doué (78) y Dembélé (90+6) marcaron los goles del triunfo 2-0 ante el Bayern Munich, el arquero fue clave para mantener el arco en ceros al tiempo que se vio involucrado en una aparatosa lesión que sufrió el mediocampista del conjunto bávaro Jamal Musiala.
La primera parte fue una guerra que obligó a Donnarumma y Manuel Neuer, guardameta del Bayern Munich, a demostrar sus capacidades como parte de la élite de arqueros. Pero poco antes del descanso, se vio opacada la actuación de Gianluigi.
En una jugada defensiva, Donnarumma se lanzó al césped para detener a Musiala, quien no pudo saltar sobre el arquero debido a que su pie izquierdo quedó enganchado y sufrió una aparatosa lesión en el tobillo. Mientras el mediocampista del Bayern salió entre lágrimas en la camilla y con un panoramasde incertidumbre, el guardameta se mostró consternado consciente del daño que había sufrido su rival deportivo.
Aún así, Donnarumma continuó en el encuentro y el PSG encontró en el complemento la estrategia para romper el juego ordenado que había desplegado el Bayern.
Désiré Doué puso el primer tanto con un potente disparo de pierna zurda desde el borde del área. Los bávaros pelearon y llegaron a las redes en dos ocasiones pero el VAR anuló los tantos.
Después vendrían las expulsiones de William Pacho y Lucas, ambas en situaciones imprudentes. Sin embargo, el PSG evitó el conformismo y con el reloj casi agotado asestó el último tanto cuando Dembélé, uno de sus líderes ofensivos, sentenció con precisión desde dentro del área.
El árbitro cerró el duelo con la tensión a tope al marca un penal para el Bayern, pero tras recurrir al VAR reviro en su decisión concretando el triunfo de los parisinos.
