Morelia, Mich. Después de casi 500 años de discriminación y olvido, es justo que los pueblos originarios más pobres de Michoacán reciban atención de los tres órdenes de gobierno, porque siete de cada 10 familias viven en condiciones adversas, afirmó el dirigente del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), Pavel Guzmán.
Luego de que el gobierno de Michoacán informara que la Federación entregará de manera directa a 370 comunidades indígenas de esta entidad más de 467 millones de pesos para invertir en obras de infraestructura social básica, el dirigente indígena dijo que es importante que la ayuda llegue, aunque las comunidades no tengan autogobierno y no reciban presupuesto directo.
“Es incongruente que municipios como Los Reyes que tienen un buen nivel de desarrollo y grandes extensiones de huertas de aguacate y berries, las comunidades indígenas como Santa Rosa, San Benito, San Luis, San Isidro, entre otros, vivan extrema pobreza”, apuntó el dirigente de la citada organización que aglutina autoridades indígenas de las etnias purépecha, nahua, mazahua, otomí y afromexicana.
De estas comunidades purépechas de la región Sierra, sólo San Antonio tiene agua potable, pero casi todos los habitantes carecen de pavimentación, agua potable entubada, drenaje y tienen que salir a otros lugares de la entidad e incluso a Estados Unidos para conseguir trabajo porque carecen de bosques y de fuentes de empleo.
“Aproximadamente 120 mil indígenas de Michoacán laboran en el vecino país del norte desde hace décadas cuando se fueron de indocumentados y más recientemente ya van por contrato”, apunto el coordinador del CSIM.
En general, según datos del Inegi, sólo el 20 por ciento de los habitantes de pueblos originarios cuenta con de agua potable y de drenaje. “Hay colonias nuevas que apenas tienen 10 años y ya cuentan con todos los servicios, mientras que hay comunidades que tienen cientos de años y siguen igual de marginadas”, subrayó Pavel Guzmán.
Dijo que es inconcebible que la Comisión Estatal para el Desarrollo de Pueblos Indígenas tenga un presupuesto de 20 millones de pesos y 17 millones se destinen a gasto corriente. Mientras que la mayoría de gobiernos municipales con pueblos indígenas, discriminan y no realizan ninguna obra.
El gobierno que encabeza el morenista, Alfredo Ramírez Bedolla, informó que 57 municipios podrán invertir los recursos del Fondo de Aportaciones a la Infraestructura Social de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos (Faispiam) en obras de agua potable, alcantarillado, drenaje y letrinas, urbanización, electrificación, infraestructura básica educativa y de salud, y mejoramiento de vivienda.
Habrá atención prioritaria para las comunidades con autogobierno y el presupuesto directo para contribuir a erradicar los rezagos sociales y mejorar la calidad de vida de los habitantes de los pueblos originarios.