Acapulco, Gro. Entre la congoja, la tristeza y el sufrimiento, prestadoras de servicios de la zona Diamante reciben la nueva temporada de lluvias en Acapulco, mientras que el alto oleaje se mantiene provocando afectaciones y la pérdida de la franja de arena en playas del área.
"Puro sufriendo y apenas van empezando las lluvias", expresó doña María, vendedora de fruta en la playa Revolcadero, donde el ambiente imperante es de desolación, además de cielo nublado y un horizonte brumoso, con la amenaza de tormentas intensas, lo que hace prever que el mar no cederá y la falta de la franja de arena ocasionará serios problemas económicos a los prestadores de servicios.
El fenómeno de mar de fondo, que se resiente en Acapulco desde la segunda semana de abril, lejos de amainar, se ha intensificado, provocando que la extensión de franja de arena cubierta por el mar sea mayor.
Hasta la puerta negra para trasladarse entre la playa de Revolcadero y la playa ubicada frente al hotel Pierre Marqués, la cual representó un alivio para prestadores de servicios durante la Semana Santa, ha sido cerrada.
"Hay que salirnos a vender dulces a la carretera", expresó sarcástico don Miguel, viejo prestador de servicios del lugar, ante la nula afluencia de visitantes debido al cielo nublado, por una zona de baja presión frente a costas de Guerrero.
Debido al crecimiento de la marea, maderos y enramadas fueron retirados y permanecen sobre los techos de restaurantes, pues es imposible atender a los turistas en la playa.
Foto: Héctor Briseño
En Revolcadero conviven la belleza y la destrucción que ocasionó el huracán John, que el martes cumplió ocho meses de azotar Acapulco, con cinco días consecutivos de lluvia intensa, del 23 al 27 de septiembre pasado.
"Estamos pensando que ya no va a regresar la playa", expresó un apesadumbrado don Abel, pues en Revolcadero los prestadores de servicio apenas han tenido la oportunidad de laborar y abrir sus restaurantes en la zona de playa unas seis semanas durante los últimos ocho meses.
"¿Qué consejo podemos pedirle al gobierno?", añadió don Abel, mientras las olas continuaban azotando el área de restaurantes.
Mientras que restauranteros de la playa Alfredo Bonfil trabajan a marchas forzadas para proteger las bases de sus establecimientos, ante el aumento de la furia del mar, desde hace aproximadamente cuatro semanas.
En el sitio, trabajadores de unos 10 restaurantes colocan rocas a la orilla del mar, para evitar que las olas sigan destruyendo su patrimonio.
Foto: Héctor Briseño
Doña Teresa Olea Campos, del establecimiento Arrullo del Mar, explicó que "tenemos que poner piedra para que no se nos vaya el restaurante, ya son cuatro semanas que las olas no se detienen; le voy a echar cinco rocas más para proteger las escaleras a la playa, pero me salen caras, las estamos sacando a ver de dónde, a 5 mil pesos el carro de los chicos".
La restaurantera advirtió que "ya son 35 años que no se veía algo igual, el huracán Calvin nos quitó más, pero no se sintió, y eso que todo se lo llevó, no sé si sea por la edad que ya voy a cumplir 80 años, ahora me da mucha tristeza, siento más feo".
Mejor conocida como la Tía Tere, recordó que "tengo más de 40 años viviendo aquí, el mar nunca nos había quitado la playa en este mes (mayo), nos la quitaba de julio para adelante y nos la devolvía como en octubre, ahorita se adelantó, desde que empezó ese mar de fondo hemos tenido mucha agua, mucha agua, muchísima".
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil estatal, informó la tarde del martes que un sistema de baja de presión se encontraba al sur del municipio de Tecpan de Galeana, en la región de Costa Grande, con un 100 por ciento de probabilidad de generar un ciclón tropical en los próximos días.
Se tiene previsto que en las siguientes horas, a partir de la madrugada del miércoles, alcance la categoría de tormenta tropical, con vientos de 63 kilómetros por hora con desplazamiento hacia el oeste, con precipitaciones de moderadas a fuertes en las regiones de Acapulco, en ambas costas, Sierra y Centro, por lo que se pide extremar precauciones.
Aunado a ello, se presenta el fenómeno de mar de tormenta, que se suma al mar de fondo, originado por el viento, lo cual provoca que las olas crezcan y se introduzcan en las playas y enramadas, lo cual genera erosión de la franja de arena, debido a lo cual las autoridades recomendaron no meterse al mar.
No lejos de ahí, a cuentagotas avanza la recuperación del área de condominios ubicada frente al mar, en la avenida Las Palmas, en la zona Diamante de Acapulco.
No obstante ser mínima la actividad, se observa movimiento de camiones pesados que trasladan material o escombro, así como anuncios de venta de condominios y trabajadores laborando en las alturas de las estructuras dañadas por el huracán Otis el 25 de octubre de 2023, aunque escasos.
Foto: Héctor Briseño
Condominios como Maralago se encuentra en reconstrucción, pues apenas se recupera del huracán Otis, entre otros edificios, como el Península, donde obreros laboran en detalles de acabados. Lo mismo ocurre en el residencial Aquarelle y el condominio Romanza, que aún presenta afectaciones ocasionadas por el meteoro Otis, además de los condominios Veranda, Marena y Solar Villas Resort, donde no se observaron que se efectúen trabajos de reparación.
En el área también se encuentran grandes anuncios espectaculares en bardas, donde se ofrece la venta de propiedades en el condominio Maroa, con mensajes como: "Unidos resurgiremos", "Trabajando juntos por la recuperación de Guerrero", "Visita departamento muestra".
Autoridades de turismo del estado de Guerrero han explicado los problemas para concretar el pago de seguros, lo que ha retrasado la reconstrucción de departamentos y condominios de la zona Diamante.
Durante un encuentro el pasado 2 de abril en Acapulco, directivos de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, explicaron que el proceso de reclamación de seguros se complicó en el caso de los condominios, pues no todos estaban asegurados, o estaban asegurados por una cifra menor.
Alfredo Chung Salmón, director de Distrito Metropolitano de la organización, mencionó que en el caso del huracán Otis, se tienen más casos de éxito en el pago de pólizas, y aquellas en que no se han concretado los pagos, se debe a problemas en el acreditamiento de la propiedad de un inmueble o el tipo de cobertura del seguro, lo que ha complicado el pago de la póliza.