Washington. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, predijo el lunes que el cierre del gobierno federal podría convertirse en el más largo de la historia, insistiendo en que “no negociará” con los demócratas hasta que abandonen sus demandas sobre atención médica y reabran.
Sólo en el Capitolio en el trigésimo día del cierre, el presidente de la cámara baja declaró que desconocía los detalles de los miles de trabajadores federales despedidos por la administración Trump. Es un despido masivo altamente inusual, visto ampliamente como una forma de aprovechar el cierre para reducir el alcance del gobierno. El vicepresidente JD Vance advirtió el domingo sobre recortes “dolorosos” por venir, incluso mientras los sindicatos demandan.
“Nos dirigimos hacia uno de los cierres más largos en la historia de Estados Unidos”, indicó Johnson, de Luisiana.
La Cámara de Representantes no está en sesiones, y Johnson se niega a convocar a los legisladores de regreso a Washington, mientras que el Senado, cerrado el lunes por feriado federal, volverá al trabajo el martes. Pero los senadores están atrapados en un callejón sin salida de votos fallidos mientras los demócratas se niegan a ceder en sus demandas de atención médica.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo que con los republicanos habiendo esencialmente cerrado la cámara baja ahora por cuarta semana, no hay negociaciones reales en marcha. “No se encuentran por ningún lado”, dijo en MSNBC.
Con el Congreso y la Casa Blanca estancados, algunos consideran el final del mes como una posible fecha para reabrir el gobierno.
Es entonces cuando comienza la inscripción abierta, el 1 de noviembre, para el programa de salud en cuestión, y los estadunidenses enfrentarán la perspectiva de pronunciados aumentos en las primas de seguro. La Fundación Kaiser Family calcula que los costos mensuales se duplicarán si el Congreso no renueva los subsidios que expiran el 31 de diciembre.
También es cuando los empleados públicos con horarios de pago mensuales, incluidos miles de asistentes de la Cámara de Representantes, se quedarán sin cheques de pago.