Hermosillo, Son. Por su presunta participación en la evasión de un líder criminal considerado objetivo prioritario a nivel nacional, Manuel Márquez Loya, ex mando del Centro de Reinserción Social Hermosillo 1 (Cereso 1), fue vinculado a proceso por los delitos de evasión de presos agravada, asociación delictuosa agravada e incumplimiento de un deber legal.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) obtuvo la vinculación tras presentar ante un juez suficientes elementos que apuntan a la presunta responsabilidad del ex funcionario en la fuga de Salú Francisco “N”, también conocido como Saúl Francisco “N”, El Ponchis o El Fantasma, ocurrida la noche del 4 de mayo y detectada al día siguiente durante el pase de lista.
De acuerdo con la investigación, Manuel ocupaba un cargo operativo clave dentro del sistema penitenciario y tenía a su cargo funciones estratégicas en el control de seguridad del penal. Permanecerá en prisión preventiva justificada mientras se desarrolla un periodo de seis meses de investigación complementaria, a cargo de la Fiscalía Anticorrupción de Sonora.
La fuga de El Ponchis —identificado también como Jorge Hernández Robledo— expuso una red de complicidades al interior del sistema penitenciario. El prófugo, señalado como líder de la célula criminal Los Salazar, brazo armado del cártel de Sinaloa con fuerte presencia en Sonora y Chihuahua, había sido detenido el 25 de marzo por homicidio calificado y asociación delictuosa.
La fiscalía informó que también detuvo a Gerardo Chavero Bernal, coordinador general del Sistema Penitenciario en Sonora, por cargos similares, además de abuso de autoridad. Ambos permanecen bajo prisión preventiva mientras se amplía el plazo constitucional para resolver su situación jurídica.
Desde la noche de la evasión, se desplegó un operativo nacional que incluye puntos de revisión en aeropuertos, centrales de autobuses y vías carreteras. Como parte de la estrategia de búsqueda, la FGJES mantiene vigente una recompensa de un millón de pesos por información que conduzca a la recaptura del fugitivo.
La fuga de El Ponchis ha encendido alertas en las corporaciones de seguridad federales y estatales, debido a su papel como operador de una de las facciones más violentas de La Chapiza, responsable del trasiego de droga y de actos violentos en la frontera con Estados Unidos.