Jerusalén. Israel continuó su feroz operación militar en Gaza con al menos 182 palestinos asesinados en 24 horas, casi 400 desde el jueves, mientras aumentan las acusaciones internacionales de limpieza étnica en la franja. En este contexto, Hamas ofreció liberar a la mitad de los rehenes vivos restantes y varios cadáveres a cambio de un alto el fuego de dos meses y del ingreso de ayuda humanitaria al enclave durante las negociaciones para acordar la paz que ayer se reanudaron en Qatar.
Por la tarde del sábado, un ataque israelí mató al menos a cuatro niños en el campo de refugiados de Jabaliya, reportó el hospital Al Awda, que recibió los cuerpos mientras otros siete resultaron heridos en un bombardeo que alcanzó una casa.
Esto es inaceptable. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que todos muramos?, preguntó Naji Awaisa, quien junto con un grupo huía de Jabaliya entre edificios destrozados.
En Deir al Balah cuatro niños y sus padres perdieron la vida en un bombardeo que alcanzó su vivienda. El ministerio de Salud gazatí elevó a 53 mil 300 la cifra de muertos y a más de 120 mil 600 el número de heridos o mutilados desde octubre de 2023.
En tanto, ayer la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad pidió, en su declaración final, financiamiento para la reconstrucción de Gaza y reclamó más exigencia internacional sobre Tel Aviv para detener el derramamiento de sangre. El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, instó a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, a presionar en ese sentido.
En Doha, según fuentes del sitio web Al Arabya, los representantes de Hamas quieren obtener sólidas garantías estadunidenses que hagan posible que, durante la tregua de dos meses, ingresará a la franja la ayuda médica y alimentaria necesaria, y comenzarán negociaciones para poner fin a la guerra.
Sin palabra de honor
El movimiento palestino duda de que Washington obligue al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a cumplir los términos de cualquier acuerdo, después de lo sucedido tras la liberación del rehén estadunidense-israelí, Edan Alexander, la semana pasada, cuando la Casa Blanca se comprometió presionar a Israel para que permita el ingreso de suministros humanitarios, pero no ocurrió, informó The Jerusalem Post.
Hamas también solicita que se permita a los familiares de sus dirigentes abandonar la franja y que Israel prometa no perseguirlos. Asimismo, la fuente consultada habría dicho que la organización palestina gobernante en Gaza expresó su voluntad de entregar las armas y renunciar al control del enclave.
Taher al Nono, funcionario de alto rango de Hamas, declaró que el movimiento islamita está dispuesto a todo el esfuerzo necesario para ayudar a los mediadores a que las negociaciones sean un éxito.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, argumentó que fue el comienzo de la nueva campaña bélica –con el lanzamiento de la operación Carros de Gedeón– lo que llevó a Hamas a la mesa de negociaciones sin la postura intransigente que habían adoptado.
En tanto, el ultraderechista ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, afirmó: No es el momento de retirarse y dejar que Hamas respire y se recupere, sino de pisar el acelerador a fondo, hasta que se rinda.
Por otra parte, la Casa Blanca discute con líderes libios un plan para expulsar a Libia al menos a un millón de palestinos de Gaza, declararon fuentes anónimas a NBC News, a cambio de que Washington libere miles de millones de dólares de fondos que congeló a Trípoli hace más de una década. Libia es un país al que las autoridades estadunidenses recomiendan a sus connacionales no viajar debido a la delincuencia, el terrorismo, las minas terrestres sin detonar, los disturbios civiles, los secuestros y el conflicto armado, añadió el NBC News.