Hermosillo, Son. La ganadería sonorense atraviesa uno de sus ciclos más retadores en materia de exportación. A pesar del esfuerzo productivo en el estado, el envío de ganado en pie hacia Estados Unidos ha registrado una disminución considerable respecto al periodo anterior, impactando directamente al sector pecuario.
El cierre temporal de la frontera por casi tres meses y los recientes protocolos impuestos por autoridades estadunidenses han frenado el ritmo de exportación, ocasionando una caída de hasta el 40 por ciento en el caso de ganado macho y un 30 por ciento del total en hembras, según informó Jesús Ancheta Molina, director de Comercialización de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS).
Aunque el flujo de cruce se ha restablecido a mil cabezas diarias por cada cuarentenaria, el daño en el volumen total ya es visible. En el ciclo anterior, Sonora logró exportar más de 310 mil reses, cifra que este año difícilmente se alcanzará, advirtió Ancheta.
“La productividad de los ranchos sonorenses está muy por encima de lo que pensamos, porque un indicador son las subastas, las citas de las cuarentenarias están llenas, y eso quiere decir que hay producto para exportar, lo que sí está siendo difícil es el protocolo, los tiempos y las exigencias sanitarias, es para sentirse orgulloso saber que tenemos volúmenes para exportar”, destacó.
Frente a este panorama, muchos ganaderos han optado por diversificar sus canales de comercialización. Mientras que las subastas locales han tenido un repunte, también se ha intensificado el envío de ganado a la subasta de Santa Teresa, en Nuevo México, donde los precios ofrecidos resultan más atractivos que en los cruces tradicionales como Agua Prieta o Nogales.
Hasta ahora, el acumulado de exportaciones rebasa las 290 mil cabezas, de las cuales 209 mil 178 corresponden a ganado macho y 89 mil 622 a hembras. Aunque las cifras muestran la resiliencia del sector, los efectos del rezago en la frontera continúan pesando en la balanza comercial.