Madrid. La inflación en la zona euro es de 10.5 por ciento en lo que va del año, si bien en España es ligeramente inferior, por arriba de 8.5 por ciento acumulado. Mientras los salarios, salvo los públicos, las pensiones y los sueldos de los diputados y los miembros del gobierno, siguen intactos, a pesar de que el costo de la vida es cada día mayor. Precisamente para denunciar esta situación y exigir a la patronal que se siente a negociar se manifestaron en Madrid decenas de miles de sindicalistas que acudieron al llamado de las Comisiones Obreras (CCOO) y de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Según las fuerzas sindicales, alrededor de 50 mil personas se movilizaron en Madrid contra las agrupaciones patronales, sobre todo la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, que es la mayoritaria y la más importante. Procedentes de todo el país y en lo que fue la culminación de una serie de movilizaciones para negociar una subida salarial acorde con el aumento de la inflación, los sindicalistas se congregaron en la capital española bajo el lema “Salario o conflicto”.
Se trata de retomar las conversaciones para alcanzar un Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que se encuentran suspendidas en tanto las agrupaciones patronales vuelven a la mesa de negociaciones, para lo que están siendo presionadas tanto por parte de los sindicatos como desde el gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez, que tiene de su lado a las principales agrupaciones sindicales.
Los sindicatos y la patronal detuvieron las conversaciones en mayo ante la incapacidad de acuerdo de las partes. La UGT y las Comisiones Obreras pedían a la patronal una subida salarial de 3.5 por ciento para este año, con cláusulas de revisión salarial ante una inflación más elevada, de manera que los trabajadores mantuvieran su poder adquisitivo. La patronal se opuso a incluir la cláusula de revisión salarial en un potencial acuerdo y las negociaciones se suspendieron. Cinco meses después de haber dejado aquellas conversaciones hay una inflación más alta y una subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo que exigen alzas salariales equivalentes.
Durante la manifestación, el líder de la UGT, Pepe Álvarez, advirtió: “hemos querido hacer este punto de inflexión en un proceso de movilizaciones que dura meses y que va a continuar si la patronal no se sienta a negociar los convenios colectivos para poder conseguir mejoras laborales que nos permitan mantener el poder adquisitivo de los trabajadores. La patronal está bloqueando los convenios colectivos porque quiere negarles la subida de los salarios a quienes trabajan en pequeñas y medianas empresas donde hay poca representación sindical”.
Álvarez también apuntó que “ésta es también una concentración de fuerza para el conjunto del país, para los poderes económicos que no dan la cara, y que cuando lo hacen es para intentar quitar derechos, ya sean salarios o pensiones. Y también para el gobierno, que tiene que ser consciente de que los trabajadores de nuestro país que están en peores condiciones necesitan una subida del salario mínimo interprofesional que llegue a los mil 100 euros”.
Por su parte, el líder de las Comisiones Obreras, Unai Sordo, señaló que “España sufre una crisis de precios que es consecuencia del incremento de muchos costos energéticos, pero que tiene que ver también con la decisión de las empresas y de las patronales de repercutir ese incremento a los precios para salvaguardar sus márgenes y sus beneficios empresariales. Y a la vez que hacen esto, pretenden congelar los salarios”. “No vamos a tolerar que esta crisis de precios la vuelva a pagar en exclusiva la clase trabajadora”, agregó.