Monterrey, NL. Cansados de esperar autorización y boletos de autobús para viajar a ciudades fronterizas de Coahuila y Tamaulipas, grupo de migrantes decidió que se irá caminando hasta la frontera con Estados Unidos.

Inicialmente era solo un grupo, pero al salir de la Central de Autobuses de Monterrey, se dividió en dos, para iniciar el viaje hacia Piedras Negras y Ciudad Acuña, Coahuila, que podría durar hasta una semana.

El contingente salió de la Central de Autobuses poco después de las 6 de la tarde de este jueves, mientras la Secretaría Estatal de Igualdad e Inclusión les repartió agua y comida.

Decenas de unidades de la Policía regia llegaron a la Central de Autobuses para agilizar la vialidad. También arribaron uniformados de Fuerza Civil.

Luego de salir de la Central de Autobuses, la caravana se dividió en dos grupos durante el trayecto, el primer contingente con 200 personas , se dirigió al norte por la avenida Alfonso Reyes, cruzarán los municipios de Monterrey, San Nicolás y luego General Escobedo, para tomar la carretera a Monclova, pretendiendo llegar a Piedras Negras, Coahuila.

Las personas, entre ellas mujeres y niños, caminan hacia el norte cargados sólo con algunas botellas de agua y restos de comida que guardaron durante su estancia en Monterrey.

El segundo grupo más numeroso de migrantes, que aglomera más de 400 personas, se desplaza con dirección al poniente por avenidas como Colón, Fleteros y Díaz Ordaz, para tomar la carretera a Saltillo.

Dicho contingente va escoltado por elementos de Fuerza Civil, la Policía Regia Tránsito de Monterrey y en el tramo federal, se espera la presencia de la Guardia Nacional.

En este caso, personal de Tránsito de Monterrey señaló que ya se han coordinado con los municipios de San Pedro y Santa Catarina, por donde pasa el contingente.

Para facilitar que la caravana transitara sin riesgos, autoridades cerraron por unos minutos la Avenida Díaz Ordaz, con dirección al poniente, a la altura del Puente Atirantado, lo que provocó por momentos largas filas de vehículos.

Otro grupo de migrantes se quedó en la Central de Autobuses de Monterrey, en espera de que les reembolsen el importe del pasaje que habían pagado, al no dárseles el servicio de transporte, pues ya no cuentan con recursos económicos y en ocasiones ni siquiera con alimentos y agua.