Antes se veía una clientela para administrar la pobreza, nosotros vemos sujetos de derechos. Desde 2019 los programas sociales han tenido un presupuesto acumulado superior a los 4.5 bdp, monto que se obtiene de “gobernar con honestidad, responsabilidad, austeridad republicana y de combatir de raíz la corrupción”.