Ciudad de México. Para exhibir los lujos del avión presidencial, considerado como un símbolo del derroche en gobiernos anteriores, la Presidencia de la República organizó esta mañana, al término de la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, recorridos para medios de comunicación por el interior de la nave.
El Boeing 787-8 Dreamliner, que la Fuerza Aérea Mexicana regresó el miércoles pasado de Victorville, California, tiene capacidad para transportar a 80 pasajeros. Cuenta con una elegante oficina, sala de juntas, recámara con cama king size, regadera y caminadora, pantallas digitales personales con sistema de entretenimiento y teléfonos satelitales para cada ocupante, así como acabados de lujo en toda la cabina.
De acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional, sus innovadores motores ofrecen una reducción de hasta 60 por ciento del ruido en la cabina, además de contar con sistemas que mejoran la calidad del aire.
El avión puede realizar vuelos y operaciones de día y de noche, tiene una autonomía de 14 horas 30 minutos, lo que permite llegar a todos los continentes sin escalas.
El avión ha acumulado un tiempo total de vuelo de mil 698 horas con 40 minutos.
El Boeing “José Ma. Morelos y Pavón” pesa 124 toneladas y tiene una capacidad máxima de carga de 47; su capacidad de combustible total es de 105 mil litros.
La aeronave, adquirida en el gobierno de Felipe Calderón tuvo un costo original de 218 millones de dólares (casi tres mil millones de pesos al tipo de cambio de entonces).
